
No se puede decir, ni mucho menos, que Silvio Berlusconi inventase el populismo. En cambio, sí se puede argumentar, quizá, que lo llevó casi a la perfección. Eso, claro está, si entendemos la palabra en un sentido
No se puede decir, ni mucho menos, que Silvio Berlusconi inventase el populismo. En cambio, sí se puede argumentar, quizá, que lo llevó casi a la perfección. Eso, claro está, si entendemos la palabra en un sentido