Sturgeon se declara angustiada e inocente mientras sus críticos piden que sea suspendida del SNP

i. g. LONDRES / COLPISA

INTERNACIONAL

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon. RUSSELL CHEYNE | REUTERS

«Sé sin ninguna duda que soy inocente de cualquier delito», asegura la ex ministra principal de Escocia

13 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La ex ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, se declaró en la noche del domingo «conmocionada y angustiada» tras ser interrogada durante siete horas en una comisaría de Glasgow. En un texto publicado en Twitter, la ahora parlamentaria escocesa afirmaba: «La inocencia no es solo una presunción que me da la ley. Sé sin ninguna duda que soy inocente de cualquier delito».

Sturgeon habría acordado su cita con los investigadores de la operación Branchform, que la Policía regional está desarrollando sobre la gestión de las finanzas del Partido Nacional Escocés (SNP) y que ella lideró durante ocho años hasta su inesperada dimisión en febrero. La dejaron libre y sin cargos tras el interrogatorio.

La Policía autonómica ya había detenido en abril a su marido, Peter Murrell, consejero delegado del SNP desde antes de que Sturgeon ascendiera a líder del movimiento independentista, y a Colin Beattie, tesorero del partido. Ambos fueron puestos también en libertad sin cargos. Registró además la vivienda de Sturgeon y Murrell en Glasgow y la sede central del SNP, en Edimburgo.

El presidente del Partido Conservador en Escocia pidió al SNP que suspenda a Sturgeon. Un diputado del SNP partidario de una declaración unilateral de independencia ha hecho la misma petición, a la que se han sumado una candidata a sustituirla que quedó en último lugar y una exdiputada que fue expulsada del grupo parlamentario por un supuesto fraude por el que no fue juzgada por falta de pruebas.

El asunto más inexplicable que se ha destapado hasta ahora en la investigación es la presencia en la calle de Dumferline —donde vive la madre de Murrell— de un lujoso camión-caravana que no se habría nunca usado. Los medios lo han tasado en unos 120.000 euros y ningún testigo ha explicado si se utilizó alguna vez para hacer campañas, única explicación razonable de su compra.

La Policía de Escocia afirma que comenzó la investigación hace dos años, cuando recibió una denuncia sobre un supuesto delito financiero. Se acusaba al liderazgo del SNP de haber desviado unos 700.000 euros donados para la campaña en un futuro referendo sobre la independencia para otros fines del partido, como campañas electorales, que no eran lo prometido a los donantes.

La Policía regional, que operaba bajo la dirección del Ejecutivo escocés, parece haber encontrado los indicios en los últimos meses para quebrar el secretismo del partido gobernante. Tras la dimisión de Sturgeon, el establishment del SNP se negó a informar del número de afiliados con derecho a voto a candidatos que no apoyaba. Se airearon también quejas de directivos dimitidos porque Murrell guardaba para él el estado de las finanzas.

Modelo vasco

Solo nueve días después de la elección del nuevo líder, Humza Yousaf, la Policía pareció tener los indicios o la energía para iniciar los interrogatorios de los tres firmantes de las cuentas del SNP —el jefe ejecutivo, el tesorero y la líder— bajo sospecha de haber cometido un delito. El tiempo y los momentos de la investigación también ofrecen el aroma de corrupción por proximidad, típica de la gobernación regional.

El caso contra Sturgeon y sus allegados es alentado por los partidos de la oposición en Escocia, pero también de manera muy aguda por un sector radical del independentismo, con el blog Wings of Scotland, del reverendo Stuart Campbell como referencia. Su gestión en la persecución legal de su antecesor, Alex Salmond, libre en los tribunales de acusaciones de acoso sexual y violación, es otro foco de indignación.

Las encuestas sugieren que el deseo de independencia no ha sufrido una gran mella, pero el SNP tiene menos partidarios que en el pasado. Las elecciones generales británicas, que se esperan en los próximos dieciocho meses, registrarán un aumento de los escaños laboristas en Escocia, si el partido de Keir Starmer llega a los comicios con perspectiva de terminar con la larga era conservadora. La convocatoria de un nuevo referendo se ha difuminado en el horizonte.

En Wings of Scotland, se expresaba indignación estos días por la disposición del SNP de Yousaf de llegar a un acuerdo con los laboristas para que Escocia tenga un nivel de autonomía similar a la del País Vasco. Lo denominan ‘max-dev’, máxima autonomía. Salmond lo quería como tercera opción en el referendo del 2014, pero Londres impuso una consulta de sí o no a la independencia, que a la postre ganó.