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Aparece ahorcado en Moscú el creador de la primera bomba atómica rusa

ÓSCAR B. DE OTÁLORA MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Parque del centro de Moscú.
Parque del centro de Moscú. BRAIS SUÁREZ

Grigory Klinishov, el científico que en los años 60 desarrolló el programa nuclear ruso que permitió cambiar la historia de la Guerra Fría

23 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Grigory Klinishov, el científico que en los años 60 desarrolló el programa nuclear ruso que permitió cambiar la historia de la Guerra Fría, apareció este jueves muerto en Moscú. Este científico de 92 años —galardonado con la orden de Lenin, la máxima condecoración soviética— fue encontrado ahorcado en su apartamento, donde la Policía también halló una nota de suicidio.

La muerte de Klinishov se produce en un momento marcado por las amenazas nucleares de Rusia debido a los reveses que está recibiendo en la guerra de Ucrania. El uso de armas atómicas se ha convertido en el ariete que el Gobierno de Putin esgrime de forma periódica para intentar condicionar el apoyo de los países de la OTAN a Zelenski. De hecho, ya ha desplazado armas nucleares tácticas a Bielorrusia, país aliado de Moscú.

Por el momento se desconoce el contexto del fallecimiento de Klinishov. Fuentes de la oposición rusa la han vinculado, sin pruebas y sin facilitar ninguna explicación, con las muertes de oligarcas rusos en extrañas circunstancias que se han registrado desde que comenzó la invasión de Ucrania.

El científico fallecido fue uno de los expertos que en los años 60 desarrolló el programa nuclear ruso, con el que pretendían equilibrar el poder entre potencias durante la Guerra Fría, después de que EE.UU. hubiera hecho estallar las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. El artefacto que Klinishov consiguió desarrollar —denominado RDS37— detonó con éxito el 22 de noviembre de 1955 en Semipalatinsk, Siberia. Esta explosión cambiaría el equilibro de poder en el mundo de la posguerra.

El mentor de Klinishov era Andrei Sajarov. Este científico, el verdadero padre de la bomba atómica soviética, renegaría más tarde de sus desarrollos y se convertiría en uno de los grandes disidentes rusos, obsesionado con poner fin a la carrera nuclear. En 1975, cuando vivía acosado por el régimen soviético, recibió el Premio Nobel de la Paz.