Jair Bolsonaro admite que podría perder sus derechos políticos durante ocho años
INTERNACIONAL
El expresidente de Brasil desliza que su esposa, Michelle, podría presentarse a las elecciones generales del 2024
27 jun 2023 . Actualizado a las 22:26 h.Jair Bolsonaro se enfrentó este martes a la segunda sesión del juicio en su contra por «abuso de poder político» y «uso indebido de los medios de comunicación», que podría resultar en la pérdida de sus derechos políticos durante los próximos ocho años.
«No me voy a desesperar, ¿qué puedo hacer yo?», dijo el expresidente brasileño, en una entrevista publicada ayer por el diario Folha de São Paulo, reconociendo que posiblemente será condenado.
Tanto Bolsonaro como su círculo más cercano cree que el Tribunal Superior Electoral (TSE) fallará por 6 votos a 1 en contra del líder ultraderechista, en el caso de la reunión que el exmandatario organizó en julio del 2022, cuando era presidente, y a tres meses de las elecciones, con siete decenas de embajadores y diplomáticos de todo el mundo, en la que sembró dudas sobre la transparencia del sistema electrónico de votación de Brasil.
«La tendencia, lo que dice todo el mundo, es que me voy a volver inelegible», expresó Bolsonaro, puntualizando, eso sí, que no dejará la política y que tiene una «bala de plata» para las presidenciales del 2026, tras no confirmar si apoyaría al Gobernador de Sao Paulo, el conservador Tarcísio de Freitas.
Sí considera el expresidente que su esposa, Michelle, podría postularse a la presidencia. «Si ella quisiera, podría salir candidata, pero lo que yo converso con Michelle es que ella no tiene experiencia. No es fácil ni siquiera ser alcalde de una ciudad pequeña. Lidiar con 594 parlamentarios tampoco es fácil», aseguró Bolsonaro, puntualizando que su esposa «ahora está haciendo un trabajo fantástico» y aprendió «a participar en actos políticos».
El ex presidente también afirmó que podría pasar un tiempo en Estados Unidos, donde asegura tener una oferta de trabajo de una inmobiliaria.
La Fiscalía brasileña considera que Bolsonaro intentó dar la impresión de que el proceso electoral de Brasil es «oscuro» y las máquinas electrónicas de votación podrían dar lugar a «manipulaciones», a pesar de que, desde 1996, cuando se implementó el sistema, no se ha presentado una sola denuncia de fraude.