Brutal agresión en Chechenia a una periodista de investigación rusa

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Un abogado que la acompañaba también ha sido atacado por hombres enmascarados y armados que los interceptaron cuando se dirigían al aeropuerto en Grozni

04 jul 2023 . Actualizado a las 20:04 h.

Yelena Miláshina, conocida periodista de investigación del bisemanario ruso Nóvaya Gazeta, y el abogado ruso, Alexánder Némov, fueron agredidos brutalmente este martes por unos desconocidos en Grozni, la capital de la república caucásica rusa de Chechenia. La peor parte se la llevó ella, que presenta una herida en la cabeza y varios dedos de las dos manos rotos.

Fue embadurnada además con zelionka, un antiséptico de color verde que tarda varios días en desaparecer de la piel. El abogado, que forma parte del Comité Contra la Tortura, fue también golpeado y sufre una profunda herida de arma blanca en la pierna derecha. La información ha sido difundida por la oenegé de derechos humanos Memorial, asegurando que Miláshina «tiene los dedos rotos, pierde transitoriamente el conocimiento y tiene todo el cuerpo lleno de hematomas».

La rusa Yelena Miláshina, la periodista más laureada del ilegalizado medio de comunicación ruso «Nóvaya Gazeta», fue rociada con un antiséptico verde.
La rusa Yelena Miláshina, la periodista más laureada del ilegalizado medio de comunicación ruso «Nóvaya Gazeta», fue rociada con un antiséptico verde. SERGEI BABINETS / THE CREW AGAIN | EFE

El incidente se produjo por la mañana cuando la reportera y el abogado viajaban en coche entre el aeropuerto y la capital chechena para asistir al veredicto de un juicio. Fue entonces cuando otro vehículo ocupado por hombres enmascarados y fuertemente armados les interceptó y obligó a parar, tras lo que comenzó la paliza, durante la que, según fuentes de Nóvaya Gazeta, se utilizaron porras y las culatas de las armas. Les arrebataron además los ordenadores y teléfonos móviles. Miláshina tuvo que salir temporalmente de Rusia el año pasado después de que el presidente checheno, Ramzán Kadírov, la amenazase y llamase «terrorista» por documentar ejecuciones extrajudiciales.

En declaraciones a la publicación digital rusa Meduza, Serguéi Bábinets, jefe del Comité Contra la Tortura, aseguró que los atacantes «recordaron a Miláshina y Némov todos los juicios y casos en los que estuvieron involucrados». «Esto, por supuesto, no es un ataque de pandilleros, sino una agresión por sus actividades», añadió. Primero fueron trasladados a un hospital local y después, a petición de la Defensora del Pueblo rusa, Tatiana Moskalkova, reenviados a un centro médico en Beslán en la república de Osetia del Norte.

Miláshina y Némov volaron a Grozni para asistir a la lectura de la sentencia contra Zarema Musáyeva, madre de Abubakar Yangulbáyev, ex abogado del Comité Contra la Tortura, e Ibraguim Yangulbáyev, uno de los presuntos fundadores del movimiento opositor checheno Adat.

En enero del 2022, las fuerzas de seguridad chechenas secuestraron a Musáyeva en la ciudad rusa de Nizhni Nóvgorod y se la llevaron a Chechenia. Fue acusada de agresión a un agente de la Policía. El presidente checheno dijo entonces que, durante el traslado desde Nizhni Nóvgorod, Musáyeva supuestamente «atacó a un oficial de la Policía y casi le saca un ojo». Ella, que se considera inocente de todos los cargos, ha sido condenada este martes a cinco años y medio de cárcel, que es la pena que había solicitado el fiscal. Los agredidos consideraban «injusto» y «abusivo» el trato que ha venido recibiendo Musáyeva durante el proceso.

«Inaceptable»

El ataque contra Miláshina y Némov ha sido condenado por la Unión de Periodistas y el Consejo de Derechos Humanos anexo a la Presidencia rusa.

Kadírov, recalcitrante partidario de invadir y arrasar toda Ucrania y a quien la oposición rusa sitúa detrás de sonados asesinatos como el exministro y gobernador Boris Nemtsov, la periodista de Nóvaya Gazeta Anna Politkóvskaya o la activista proderechos humanos Natalia Estemírova, podría estar perdiendo el favor del Kremlin por tratarse de una figura de cierto relieve entre los partidarios en Rusia de la mano dura y los métodos expeditivos, como ha venido siendo en el caso del patrón de los mercenarios del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin.

Sorpresivamente, en diatribas casi inexistentes hasta ahora contra el presidente checheno, el senador Andréi Klishás ha declarado este martes que «la agresión contra un periodista y un abogado en Chechenia requiere una respuesta dura de las fuerzas del orden». Por su parte, también en un discurso poco habitual, el diputado Alexánder Jinshtein, ha escrito en redes sociales que «los ataques a periodistas, independientemente de su posición, son criminales e inaceptables».

Ha señalado también que el Comité de Política de Prensa de la Duma Estatal (Cámara Baja del Parlamento) «enviará una apelación a la Fiscalía General y el Comité de Instrucción con la solicitud de poner la investigación bajo control especial». Hasta el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha afirmado este martes que lo sucedido con la periodista y el abogado en Grozni es un incidente «muy serio», si bien ha llamado a dejar que actúe la Justicia y ha indicado que Moskalkova se ha hecho cargo del asunto.

En febrero del año pasado, Nóvaya Gazeta anunció que «teniendo en cuenta las numerosas amenazas personales lanzadas en los últimos días por los dirigentes de Chechenia contra la periodista Yelena Miláshina, la redacción decidió enviarla fuera de Rusia». Dmitri Murátov, director de Nóvaya Gazeta y Premio Nobel de la Paz, ha sido también objeto de agresiones, intimidaciones e increpado varias veces por criticar al poder en Rusia y al presidente checheno.