Rusia instalará una base naval en la región separatista de Abjasia

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Imagen de archivo de barcos militares rusos.
Imagen de archivo de barcos militares rusos. ANATOLY MALTSEV | EFE

El Kremlin podría amarrar en las nuevas instalaciones parte de la flota evacuada de Sebastopol debido a los bombardeos ucranianos

12 oct 2023 . Actualizado a las 21:35 h.

Rusia instalará una nueva base naval permanente en la región de Ochamchira, en la autoproclamada república de Abjasia, un territorio que se desgajó unilateralmente de Georgia en 1992 y que Moscú reconoció como «estado independiente» en agosto del 2008. Así lo anunció este jueves el presidente separatista de Abjasia, Aslán Bzhania, en una entrevista al diario ruso Izvestia. Según explicó, «ya se ha firmado el acuerdo correspondiente».

«En el día de la fiesta con motivo del 30 aniversario de nuestra victoria en la guerra contra Georgia, nos ha llegado un pequeño barco ruso armado con misiles y subimos a bordo: es un navío muy moderno con importantes capacidades de combate. Hemos firmado un acuerdo y en un futuro próximo habrá una base permanente para la Armada rusa en la región de Ochamchira», a orillas del mar Negro, aseguró Bzhania, quien fue recibido por el presidente Vladimir Putin el miércoles en Sochi, ciudad también ribereña del mar Negro y situada a escasos kilómetros de Abjasia.

Se da la circunstancia de que, debido a los bombardeos de las fuerzas ucranianas, Rusia tuvo que sacar sus barcos de Sebastopol, la base de la Flota del Mar Negro en Crimea, y trasladarlos a Novorosíisk, puerto situado más al este, en la región de Krasnodar. Allí, al parecer, según sostienen los canales de Telegram ucranianos, no hay sitio suficiente para toda la flota. De ahí tal vez la necesidad de contar con una base más en el mar Negro, en la costa de Abjasia, más alejada del alcance de los misiles ucranianos. Ochamchira ya alojó una base naval en la época soviética para embarcaciones guardacostas.

Independencia

Tras la guerra de los cinco días entre Rusia y Georgia (del 7 al 12 de agosto del 2008), el Kremlin reconoció la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, otra autoproclamada república en el seno de Georgia. La declaración fue adoptada el 26 de agosto del 2008. Pero, a fecha de hoy, los dos Estados han sido reconocidos como independientes, además de por Rusia, solamente por Venezuela, Nicaragua, Nauru y Siria. Todos los demás países del mundo continúan considerando ambas regiones parte de Georgia. Como viene denunciando el Gobierno georgiano desde hace tiempo, Abjasia y Osetia del Sur se han convertido en protectorados de Rusia y albergan cuarteles de su ejército y un contingente militar de más de 2.000 efectivos en cada uno de los dos enclaves.

Putin viajó a Abjasia en agosto del 2017 y anunció allí que «garantizamos de manera fiable la seguridad, autosuficiencia e independencia» de este territorio. La OTAN lamentó entonces que la visita del presidente ruso se llevara a cabo «sin el consentimiento previo de las autoridades georgianas, lo que dificulta los esfuerzos internacionales para encontrar un acuerdo de paz negociado». La Alianza teme ahora las consecuencias negativas para la seguridad regional de otra base rusa más en el mar Negro.

Ciertos analistas creen que la creación de un conglomerado naval ruso en Abjasia, además servir de refugio para los buques de la Flota del Mar Negro, constituye una advertencia a Georgia para que aleje la idea de recuperar por la fuerza las dos regiones ocupadas. La operación militar que Azerbaiyán lanzó el pasado 19 de septiembre para recuperar Nagorno Karabaj podría, a juicio de los expertos, servir de ejemplo a otros países de la zona con contenciosos territoriales sin resolver.