Hezbolá se incorpora a la guerra de Gaza e Israel responde con un ataque en el sur de Líbano

La Voz

INTERNACIONAL

WAEL HAMZEH | EFE

El ejército israelí evacúa a los residentes de todas las localidades fronterizas

08 oct 2023 . Actualizado a las 16:06 h.

Las milicias libanesas de Hezbolá se han sumado al conflicto abierto entre Hamás e Israel con una serie de ataques contra posiciones israelíes en la zona fronteriza de las granjas de Shebaa, mientras Hamás y los militares israelíes siguen combatiendo en al menos siete puntos del sur de Israel tras la primera noche de la guerra que comenzó este sábado con el ataque masivo lanzado desde la Franja de Gaza.

El ala militar de Hamás, las Brigadas Ezzedin al Qassam, han confirmado que sus efectivos, que ayer protagonizaron una incursión de envergadura sin precedentes en territorio israelí, siguen enzarzados en combates contra el Ejército en siete localidades a lo largo de la frontera entre Israel y en el enclave, entre ellas Ofakim, Sderot, Yad Mordechai, Kfar Aza, Be'eri, Yeted y Kissufim.

Sderot ha sido uno de los principales focos de conflicto de esta pasada noche después de que al menos una decena de milicianos se hiciera con el control de una comisaría de la ciudad. Tras horas de enfrentamientos, la Policía israelí ha acabado con todos sus ocupantes y demolido el lugar.

Aunque la Policía de Sderot no ha ofrecido cifras de los agentes muertos en la comisaría, las fuerzas de seguridad israelíes han confirmado al menos 56 fallecidos entre sus filas durante el primer día de enfrentamientos: 30 policías y 26 militares, entre ellos el comandante de la brigada Nahal, el coronel Yonatan Steinberg, de 42 años, en el paso de Kerem Shalom, cerca de la doble frontera con Gaza y Egipto.

El capítulo general de víctimas deja por ahora 350 fallecidos y 1.864 heridos en Israel, a los que hay que sumar 256 fallecidos y 1.788 heridos en la Franja de Gaza, de acuerdo con los últimos balances actualizados de los respectivos Ministerios de Sanidad israelí y del enclave palestino. El Ejército israelí ha informado de al menos 400 milicianos muertos desde el principio de los combates, extremo no confirmado por los palestinos.

Queda por dilucidar exactamente cuántos israelíes se encuentran ahora en manos de las milicias palestinas tras la ola de secuestros que acompañó a la incursión. Fuerzas de seguridad israelíes deslizaron ayer cifras que rondaban el medio centenar, pero un portavoz de las milicias palestinas ha indicado que la cifra real es «mucho mayor» que las estimaciones ofrecidas por Israel.

En cualquier caso, el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, ha asegurado que los militares tienen intención de evacuar a los residentes de todas las localidades fronterizas con Gaza en un plazo máximo de 24 horas, entre súplicas de ayuda de la población que lleva desde el sábado escondida en refugios o atrincherada en sus domicilios. «Tenemos a terroristas campando a sus anchas por nuestro kibutz», ha declarado por teléfono esta mañana al diario Haaretz un residente de Kfar Aza. «El Ejército tiene que enviar tropas inmediatamente».

A ello hay que añadir la operación de contraataque lanzada por Israel sobre la Franja de Gaza que se ha centrado particularmente en las últimas horas en objetivos de altos responsables de Hamás, entre ellos su jefe de Inteligencia, cuya residencia en el enclave ha sido alcanzada por un misil. Además, Israel ha atacado sucursales y arsenales de Yihad Islámica.

Mientras tanto, y como ya temía este  sábado Naciones Unidas, la guerra en Gaza se ha extendido a Líbano con el ataque lanzado desde allí por las milicias de Hezbolá contra posiciones israelíes en las granjas de Shebaa; una serie de disparos de mortero efectuados como gesto de «solidaridad», en palabras del partido-milicia chií.

Según su comunicado, las milicias de Hezbolá han anunciado que han atacado tres sitios militares israelíes en la disputada región del Monte Dov, en los que las Fuerzas de Defensa de Israel no han notificado ningún herido, según ha informado el periódico The Times of Israel.

El ataque ha tenido lugar «en solidaridad con la victoriosa resistencia palestina y el heroico pueblo palestino», y ha formado parte del «camino a la liberación de la tierra libanesa ocupada», de acuerdo con el texto.

Los bombardeos han sido confirmados por la fuerza de la ONU en Líbano, la FINUL, en máxima alerta desde ayer, concretamente «varios cohetes disparados desde el sudeste del Líbano hacia territorio ocupado por Israel en el área general de Kafr Chouba, y fuego de artillería desde Israel hacia el Líbano en respuesta».

El Ejército israelí ha efectuado, poco después, un ataque con aviones no tripulados contra la «infraestructura de Hezbolá» en la zona y, según una fuente militar, el lugar era una tienda de campaña que la formación instaló en territorio israelí hace meses. Además, este domingo volvió a bombardear varias posiciones del sur del Líbano, después de que el grupo chií libanés Hezbolá reivindicara un ataque esta mañana contra Israel.Hasta el momento, se desconoce si el ataque ha provocado muertos o heridos. 

Este nuevo bombardeo ha tenido lugar pocas horas después de que al menos dos niños, uno de ellos un bebé, resultaran heridos por otro ataque israelí en Kafr Shuba, en el sur del Líbano. 

Israel ya libró una guerra en el 2006 contra las fuerzas de Hezbolá en Líbano, y desde entonces ambos países siguen técnicamente en guerra, separados por la llamada Línea Azul, una linde demarcada por la ONU, y todavía custodiada por sus tropas.

Hezbolá se había mantenido al margen en gran medida en combates anteriores entre Israel y grupos de milicias palestinos, y solo ha hecho la vista gorda ante las facciones locales que operan desde su territorio en el sur del Líbano.

Por su parte, el Ejército libanés dijo que «unidades militares pertenecientes al enemigo israelí bombardearon con artillería y tanques las afueras de las localidades de Chebaa, Halta, Kafr Shuba y Al Habariyeh» tras el lanzamiento de misiles hacia Israel.

Asimismo, indicó que lo militares libaneses se han estado desplegando en las zonas fronterizas desde que estalló la guerra entre Israel y el Líbano, y que están «siguiendo de cerca la situación» en coordinación con la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL).