Hoy las argentinas y los argentinos decidirán quién será su presidente para los próximos años. Una elección entre polos opuestos en la que la fuerza que salió derrotada en la primera vuelta tiene mucho que decir. Con toda probabilidad, los que votaron a Massa y a Milei, repetirán ese voto, de ahí el interés de los candidatos de captar a los votantes de Patricia Bullrich.
Bullrich pidió el voto para Milei con el objetivo de derrotar al kirchnerismo. Si las personas que la siguieron en el proceso anterior aplican su consejo, el candidato de la extrema derecha será el vencedor de la contienda. Pero realmente una cosa es lo que dice en público en campaña electoral y otra muy distinta lo que ocurre, e incluso lo que les puede interesar a los miembros de la alianza Juntos por el Cambio. Colocar a Milei como referente de la derecha dejaría mermado el espacio político de esta alianza que desde la segunda fila organizó Mauricio Macri. La victoria de Massa solo es posible si una parte importante de los votantes de centroderecha escapan de Milei y optan por el peronista como mal menor. Este escenario les permitiría preparar un nuevo mensaje de futuro que estaría basado en dos premisas: somos la alternativa de gobierno y su electorado no quiere un giro hacia la extrema derecha. Pero la realidad de este domingo es elegir entre los dos contendientes. Mañana ya será el momento de que los derrotados se reorganicen.
Sergio Massa representa el kirchnerismo, variante del peronismo, pero comenzó su camino en la política en la Unión de Centro Democrático, UCeDé, una agrupación de derecha liderada por Álvaro Alsogaray que, en los 90, durante la presidencia de Carlos Menem, se alineó con el peronismo. Massa haría lo mismo y en 1999 sería elegido diputado provincial. Algunas figuras de la antigua UCeDé, que incluso fueron parte del gobierno de Menem, ahora apoyan la candidatura del libertario de derecha Javier Milei. Pero Massa se mantuvo fiel al peronismo.
«Cuando allá en el 2013 nos querían imponer el ‘Cristina eterna’ tuvimos el valor de frenarla. Si vuelve a aparecer, vamos a volver a frenarla», afirmaba Massa, en campaña, en el año 2017.
Pero dos años más tarde, en el 2019, volvió a las filas del kirchnerismo de la mano de Alberto Fernández, el candidato a la presidencia que había elegido Fernández de Kirchner para la fórmula que ella integraba.
Encabezó la lista para diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires y terminó siendo el presidente de la Cámara Baja.
Si finalmente Massa resulta vencedor, el pueblo argentino habrá aplicado ese proverbio popular que afirma «más vale malo conocido que bueno por conocer».