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El SPD alemán afronta su congreso anual con los niveles más bajos de apoyo en 160 años de historia

Juan Carlos Barrena COLPISA / BERLÍN

INTERNACIONAL

El canciller federal de Alemania, Olaf Scholz, en el congreso anual del Partido Socialdemócrata.
El canciller federal de Alemania, Olaf Scholz, en el congreso anual del Partido Socialdemócrata. LIESA JOHANNSSEN | REUTERS

Solo uno de cada cinco alemanes aprueba la gestión del gobierno del canciller federal Olaf Scholz

09 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) comenzó este viernes su congreso federal ordinario sumido en la más grave crisis de popularidad de sus 160 años de historia y cuando el Gobierno que preside ha perdido mayoritariamente la confianza de los ciudadanos ante el permanente disenso del SPD con sus socios verdes y liberales a la hora de resolver los problemas del país. Tan solo un 20 % de los alemanes se muestran satisfechos con la labor del canciller federal, Olaf Scholz, el valor más bajo desde que hace 26 años comenzara a plantearse esa cuestión en el sondeo mensual Deutschlandtrend de la primera cadena de la televisión alemana ARD que se publica este viernes. Es más, solo un 17 % de los consultados aprueba el trabajo del tripartito que gobierna Alemania.

El hundimiento del más antiguo partido alemán con representación en el Bundestag, el Parlamento federal, queda reflejado claramente en la intención de voto que le atribuye la citada encuesta periódica este mes de diciembre. Tan solo un 14 % de los ciudadanos darían este domingo su voto a los socialdemócratas, el peor pronóstico desde la fundación de la República Federal en 1949. El SPD sería actualmente el menor de todos los partidos con diputados en la cámara baja alemana, por detrás de los conservadores de la Unión de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CDU) con un 32 % de votos potenciales, los populistas de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) con un 21 % y sus actuales socios de Los Verdes con un 15 %.

La crisis gubernamental barre del mapa al Partido Liberal (FDP) del ministro federal de Finanzas, Christian Lindner, que con un 4 % de posibles sufragios quedaría fuera del parlamento germano. Una buena parte del electorado alemán culpa a Lindner y los liberales de los problemas del tripartito para consensuar la política gubernamental con su negativa, entre otras cosas, a incrementar el endeudamiento del país para financiar proyectos de futuro. Con esas cifras la coalición de Scholz sumaría ahora solo un 33 % de votos y no alcanzaría una mayoría parlamentaria para gobernar. Expulsados del Bundestag quedarían también los poscomunistas de La Izquierda, que tratan actualmente se superar una crisis interna debido a una escisión y a los que el sondeo atribuye solo un 3 % de votos.

Continuidad de la coalición

Mediada la legislatura y pese a los pésimos resultados y pronósticos del sondeo para el Ejecutivo tripartito en Berlín, el copresidente del SPD Lars Klingbeil no duda de que esa coalición tendrá continuidad los próximos dos años. «Estoy firmemente convencido de que esta constelación de gobierno es la correcta para modernizar Alemania», afirmó Klingbeil en declaraciones previas a la apertura del congreso de su partido, en el que se presenta a la reelección, al igual que Saskia Esken, la otra copresidenta del SPD, y Kevin Kühnert, secretario general y antiguo rebelde de la formación en su anterior función como líder de las juventudes socialdemócratas. Tras reconocer la crisis que afecta a su partido, Kühnert subrayó que «debemos pasar de reaccionar a actuar», a crear nuevos impulsos y a destacar en temas que afinen el perfil del partido.

Klingbeil y Esken también entonaron el mea culpa ante la crisis de su partido y la coalición de gobierno. «También el Gobierno ha contribuido a aumentar la inseguridad entre los ciudadanos con su polémica sobre la ley para las calefacciones y la discusión sobre las ayuda básicas infantiles. Ahí hemos perdido confianza y debemos luchar para recuperarla», señaló el copresidente del SPD en declaraciones a la Red de Redacciones de Alemania, en las que atribuyó también ese problema a «dos años de pandemia, guerra, inflación, crisis energética y crisis climática». Ambos urgieron además al tripartito que dirige Scholz a un acuerdo rápido para los controvertidos presupuestos nacionales del 2024, lastrados por un veredicto del Tribunal Constitucional que recorta apreciablemente los fondos disponibles.

«El diseño de los presupuestos federales tras la sentencia del Constitucional debe finalizarse lo antes posible para que la gente pueda disfrutar tranquila de la merecida pausa navideña», comentó Esken, quien reconoció que socialdemócratas, verdes y liberales tendrán que ceder en algún punto para llegar al consenso y afirmó que «ninguno de los tres partidos de la coalición puede ahora mostrarse testarudo».

Discurso Interesante en ese sentido será el esperado discurso de Scholz ante los más de 600 delegados este sábado para pedir el respaldo de su partido cuando aún no están cerrados esos presupuestos. Sería toda una sorpresa que el canciller federal anunciara un acuerdo con sus socios de gobierno, por lo que es de esperar que trate de tranquilizar a sus correligionarios, cuando entre estos es clara la insatisfacción por la aparente falta de liderazgo de Scholz en el ejecutivo y su deficiente comunicación con el pueblo.

«El canciller federal tiene que cambiar de modo», exigió Philipp Türmer, presidente de los Jusos, las juventudes socialdemócratas que tradicionalmente son más francas en sus valoraciones y afirmaciones. «En las crisis no basta con moderar, hay que luchar para transmitir a la gente la sensación de que el canciller está a su lado», dijo Türmer. A la vista de los pésimos sondeos y encuestas es de esperar que Scholz asuma una postura combativa en su intervención en el congreso, en la que probablemente trate de adelantarse a las críticas, busque atender las preocupaciones y explique las limitaciones y problemas que afectan a su gestión como jefe del Gobierno alemán.