Tusk promete que Polonia «volverá al lugar que se merece en el concierto europeo»

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Donald Tusk, el martes en el Parlamento polaco.
Donald Tusk, el martes en el Parlamento polaco. SLAWOMIR KAMINSKI / AGENCJA WYBORC | REUTERS

Después de una sesión maratoniana, su propuesta superó la moción de confianza

21 dic 2023 . Actualizado a las 18:49 h.

«Podemos proteger las fronteras polaca y europea y ser humanos al mismo tiempo». Esa es una de las frases que mejor resumen el discurso de Donald Tusk ayer ante el Parlamento polaco, después de ser elegido el lunes primer ministro. El expresidente del Consejo Europeo (del 2015 al 2019) presentó su gabinete de ministros y ofreció un adelanto de los cambios que abordará en la política interior e internacional del país.

Durante su intervención, mientras exponía su programa para la legislatura que empieza, Tusk apeló a la regeneración democrática de todas las instituciones del Estado y prometió cumplir con los «cien puntos» que abanderó a lo largo de su campaña electoral.

El europeísta aseguró que empezará a trabajar «desde ahora mismo» para conseguir «mejoras radicales para todas las mujeres de Polonia», dijo «no tener miedo» a rendir cuentas por sus promesas y destacó su empeño por «recuperar el lugar que le corresponde» a su país en el concierto europeo.

«Traeré los tan esperados millones de euros desde Bruselas», comentó Tusk en referencia a los fondos de recuperación europeos asignados a Polonia y bloqueados desde hace años.

Además de tomar «decisiones rápidas y claras antes de partir hacia la cumbre de Bruselas» que se celebra el jueves y viernes en la capital belga, Tusk subrayó su intención de visitar a continuación Tallín para reunirse con sus homólogos de Letonia y Estonia.

A sus colegas les trasladará la decisión de «seguir defendiendo de manera estrecha las fronteras polacas» en coordinación con sus vecinos.

Como medidas concretas, el nuevo primer ministro anunció un incremento del 30 % en los salarios de maestros y profesores, un proyecto de ley para regularizar las uniones entre personas del mismo sexo y la creación, a ser posible hoy mismo, de comisiones de investigación que revisen algunas decisiones del gobierno saliente.

El líder de Plataforma Cívica se comprometió también a impulsar «el apoyo de Occidente a Ucrania» y a retomar «una sincera asertividad» en las deterioradas relaciones bilaterales con Kiev.

Más de 250 preguntas

Tusk superó, ayer a última hora, la moción de confianza en el Parlamento que ratificó su propuesta. La votación puso fin a una sesión maratoniana —con más de 250 preguntas desde la bancada— y llena de incidentes, como el de un diputado ultranacionalista que salió al pasillo para apagar con un extintor las velas de un candelabro judío. Concluyó con 248 votos a favor de la investidura.

Entre los nombres del consejo de ministros presentado por Tusk destacan Radoslaw Sikorski, que asumirá la cartera de Exteriores, y W?adys?aw Kosiniak-Kamysz, que será vicepresidente del Gobierno y se colocará a los mandos de la cartera de Defensa. Kosiniak-Kamysz es líder de uno de los 16 partidos que forman parte de la alianza que gobernará Polonia.

La voz que intentó despertar a la UE

Donald Tusk, en una imagen de archivo.
Donald Tusk, en una imagen de archivo. Yves Herman | REUTERS

Laura Zornoza

Han pasado ya cuatro años desde que Donald Tusk (Gdansk, 1957) dijo adiós al Consejo Europeo, que presidió desde el 2015 durante un turbulento lustro. El polaco, de voz atrevida, tuvo que hacer frente a crisis como la del brexit o la de Grecia, y nunca rehuyó la confrontación con otros líderes para salvaguardar su idea de Europa.

«Es la unidad, estúpido» era la inscripción que presidía, desde un póster, su oficina en el edificio del Consejo Europeo y que le permitía recordar «qué es lo más importante».

Porque Tusk creció en la Polonia comunista y se politizó al llegar a la universidad, donde organizó la publicación y distribución de boletines contra la violación de los derechos humanos en su país y tuvo que esconderse tras la ley marcial en diciembre de 1981.

Con 32 años, en 1989, asistió a la caída del comunismo y poco tiempo después comenzó su andadura política mostrándose como una alternativa moderada al ultraconservadurismo de Ley y Justicia, una visión que convenció a los polacos para elegirle como primer ministro entre el 2007 y 2014.

Los dos Donalds

Durante más de la mitad de su presidencia del Consejo, Tusk tuvo un tocayo al otro lado del Atlántico con Donald Trump al frente de la Casa Blanca, un mandatario con el que, sin embargo, coincide en poco más que en su nombre de pila. «Con amigos así, ¿quién quiere enemigos?», se preguntó Tusk más de una vez.