El campo alemán vuelve a rebelarse contra la gestión de Scholz

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Filip Singer | EFE

El Ejecutivo de coalición encabezado por Olaf Scholz planea un recorte de ayudas que supondría a los agricultores una carga adicional de unos 1.000 millones de euros al año

09 ene 2024 . Actualizado a las 20:24 h.

El campo ha vuelto a poner contra las cuerdas a un Gobierno en Europa. Como ya ocurrió en los Países Bajos en el 2022 cuando los agricultores estuvieron a punto de paralizar el país, ahora son sus colegas alemanes los que se rebelan contra el Ejecutivo de coalición encabezado por Olaf Scholz en protesta por un recorte de ayudas —entre ellas las bonificaciones al diésel agrícola— que, según sus cálculos, les supondría una carga adicional de unos 1.000 millones de euros al año. Y ya ayer, el primer día de una semana de protestas en el que bloquearon distintos puntos del país, se ganaron el favor de la población porque, como rezaba una de las pancartas que portaban, «sin granjeros no hay comida ni futuro».

«Las cosas no pueden continuar así», farfullaba un autónomo jubilado que, bandera alemana en mano, se colocó junto al ejército de tractores que, como recoge Efe, ayer volvieron a tomar Berlín. Lo mismo que hicieron en Hamburgo o Colonia. Incluso cortaron carreteras en distintos puntos del país o tomaron la entrada de factorías como la de Volkswagen en la ciudad de Emden, al noroeste.

Su principal pelea está en lograr que se mantenga la ayuda de 21,48 céntimos por litro de diésel que recibían hasta ahora y que el Gobierno quiere eliminar en el horizonte del 2026. Esa es la tregua que lograron con las protestas de mediados de diciembre, cuando el fin de esta ayuda parecía inminente. Pero entonces la fuerza del campo logró que Olaf Scholz ralentizara la desaparición de esa subvención, reduciéndola de forma paulatina a razón de este año un 40 % y otro 30 % el año que viene, hasta su total desaparición. No es suficiente para los agricultores, como tampoco lo es que haya decidido mantener el subsidio al impuesto de circulación de los vehículos agrícolas. Pero parece que el Gobierno alemán no va a ceder ni un punto más. Al menos es lo que han dicho hasta el momento.

Agujero de 17.000 millones

Esos son parte de algunos de los recortes negociados por la coalición después de que una sentencia del Tribunal Constitucional declarara inconstitucional el traspaso de 60.000 millones de fondos vinculados a la pandemia a un presupuesto extraordinario para la transformación energética. Esto acabó provocando un agujero de unos 17.000 millones de euros en los presupuestos del 2024 y una importante crisis en el Gobierno de coalición. Sobre todo cuando los agricultores no están dispuestos a que ese agujero se tape hipotecando su futuro.

Lo mostraron ayer y lo harán durante toda la semana. Porque como dijo el responsable de la Asociación de Agricultores Alemanes, Joachim Rukwied, lo que está haciendo el Ejecutivo es «quitarle a la agricultura su capacidad de futuro». Por eso, pidió que este «vuelva a la sensatez» y revoque la «carga desproporcionada» que supone para los agricultores.

El campo también comienza a lograr el apoyo de la población frente al Ejecutivo. Porque como dijo también el autónomo jubilado que salió a apoyarles en Berlín «las cosas no pueden seguir así» porque «el pueblo» no debe tolerar que personas sin preparación tomen decisiones dañinas para la agricultura y, en general, se dediquen a destruir el país. El que ha aprovechado el momento es la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), que se ha colado entre los manifestantes.

Mientras para no perder popularidad, el líder de los agricultores pidió a los manifestantes que actuaran con moderación, sobre todo después de que agricultores bloquearan el barco en el que el vicecanciller y ministro de Economía, Robert Habeck, regresaba a casa desde el mar del Norte.