Israel defiende ante el tribunal de la ONU que, si hubo genocidio, fue de Hamás contra su población

Mikel Ayestaran ESTAMBUL / COLPISA

INTERNACIONAL

Tal Becker, asesor legal de Exteriores israelí, ayer en La Haya.
Tal Becker, asesor legal de Exteriores israelí, ayer en La Haya. DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

Acusa a Sudáfrica de dar una visión «distorsionada» del conflicto

12 ene 2024 . Actualizado a las 21:21 h.

Israel compareció este viernes ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para defender que no está cometiendo ningún genocidio en Gaza y aprovechó su turno de defensa para acusar a Sudáfrica de presentar una visión «profundamente distorsionada» de las hostilidades, «apenas distinguible» de la de Hamás. Apenas 24 horas después de escuchar los argumentos de las autoridades de Pretoria, el equipo enviado por el Gobierno de Netanyahu rechazó las acusaciones y solicitó al tribunal de la ONU que no adopte medidas cautelares porque estas solo servirían para «recompensar a los terroristas que se esconden detrás de civiles, a expensas de los Estados que intentan defenderse de ellos».

Cobertura en directo

La intervención del equipo israelí despertó un gran interés mediático y, a diferencia de lo ocurrido la víspera, las grandes cadenas occidentales ofrecieron la comparecencia en directo. El asesor legal de Exteriores, Tal Becker, fue el primero en tomar la palabra y señaló que «si el término genocidio puede definirse como Sudáfrica defiende, la convención (sobre el genocidio) se convierte en una carta para el agresor». Para Becker, los sudafricanos «intentan convertir el término genocidio en un arma contra Israel» Los oradores hebreos reforzaron sus exposiciones con vídeos y grabaciones del ataque de Hamás del 7 de octubre contra las comunidades cercanas a la verja de separación, en el que los islamistas mataron a 1.200 personas y capturaron a 250. Esta acción fue descrita con detalle y, en opinión de Becker, muestra que «si ha habido casos de genocidio, este se ha perpetrado contra Israel». El derecho a la autodefensa fue uno de los argumentos más repetidos a lo largo de una sesión en la que se trataron de desmontar las acusaciones sobre la brutalidad de los bombardeos o el cerco por tierra, mar y aire con vídeos e informes del Ejército judío. Los representantes legales de Israel insistieron en que sus militares respetan el Derecho Internacional y tratan de mitigar el daño a civiles advirtiendo sobre acciones militares inminentes, incluso mediante llamadas telefónicas y folletos. Esta fotografía es radicalmente diferente a la que se mostró la víspera, en la que se aportaron detalles sobre las extremas condiciones de vida en una Franja donde los israelíes han matado a más de 23.000 personas, la mayoría mujeres y niños, y «no hay lugar seguro para la población».

Un proceso de años

La defensa israelí también trató de restar importancia a las altisonantes declaraciones de sus líderes políticos en las primeras semanas de guerra y las enmarcaron en el momento de «impacto y profundo dolor» tras el 7 de octubre. Si Sudáfrica empleó datos y citas de la ONU, el Estado hebreo apostó por cifras de sus fuerzas armadas y dirigentes, que dijeron tras la sesión que «quien debería comparecer ante la justicia es la propia ONU». Tras escuchar a las dos partes, ahora es el momento de la deliberación para los 17 magistrados, cuya primera decisión debe conocerse en semanas y se referirá a la aprobación o no de medidas cautelares.

Esa decisión será vinculante, porque Israel es un país firmante de la Convención del Genocidio de 1948, pero el órgano internacional no tiene la capacidad de hacerla ejecutable (tal y como se vio en el caso de Ucrania contra Rusia). El proceso legal para determinar si Israel comete o no actos que se puedan considerar genocidio se alargará durante años.