Alternativa para Alemania se mantiene al alza pese a sus planes para deportar extranjeros

Juan Carlos Barrena BERLÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

Un simpatizante del partido Alternativa para Alemania (AfD) hace el saludo hitleriano durante una protesta contra el Gobierno.
Un simpatizante del partido Alternativa para Alemania (AfD) hace el saludo hitleriano durante una protesta contra el Gobierno. CHRISTIAN MANG | REUTERS

La ultraderecha solo es superada en intención de voto por los conservadores

18 ene 2024 . Actualizado a las 23:26 h.

La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se mantiene como segunda fuerza política en este país en intención de voto, pese al escándalo surgido tras conocerse que altos miembros de esa formación celebraron una reunión con dirigentes neonazis para abordar la llamada «remigración», el retorno forzoso de extranjeros y personas de raíces migrantes, también con pasaporte alemán, a sus países de origen.

Miles de personas llevan ya cuatro noches consecutivas participando en manifestaciones en ciudades de toda Alemania para expresar su rechazo a esos planes y exigir incluso la prohibición de AfD desde que se conociera la celebración del encuentro en el que se discutió como expulsar y deportar a los millones de personas que neonazis y ultraderechistas no consideran dignas de vivir en Alemania. Pese a todo existe una minoría estable de ciudadanos en Alemania que apoyan la política de Alternativa para Alemania.

El último sondeo del instituto demoscópico Civey sobre un eventual adelanto de los comicios legislativos en Alemania publicado este jueves destaca que, si las elecciones generales se celebraran este domingo, la populista, euroescéptica y xenófoba Alternativa para Alemania obtendría un 21 % de votos, solo por detrás de los conservadores de la Unión (cristianodemócratas y socialcristianos bávaros CDU/CSU) con un 30 % de sufragios potenciales.

La encuesta realizada por encargo del semanario Der Spiegel revela que el tripartito de socialdemócratas (SPD), verdes y Liberales (FDP) que dirige el canciller federal, Olaf Scholz, no sumaría una mayoría parlamentaria suficiente para mantenerse el poder. El SPD de Scholz sólo alcanzaría un 15 % de votos y Los Verdes un 14 %. Los liberales, sin embargo, quedarían fuera de la Cámara baja alemana al no superar la barrera del 5 % de votos. Al margen del Bundestag quedaría también La Izquierda por el mismo motivo.

Con el resultado augurado por Civey, los conservadores tendrían que negociar una coalición de gobierno con los socialdemócratas o los ecologistas, quizás incluso con los dos, para continuar manteniendo en la total marginación a la formación ultraderechista. Todos los partidos democráticos germanos mantienen desde hace años un pacto para aislar a Alternativa para Alemania, con la que ni conversan ni negocian para alcanzar acuerdos comunes o formar posibles alianzas políticas.

Pacto con neonazis

Alternativa para Alemania mantiene una cierta estabilidad en intención de voto desde hace meses y ésta no parece haber cambiado tras el escándalo por el encuentro secreto con neonazis. Las 10.000 entrevistas de la consulta de Civey se llevaron a cabo entre el 11 y el 18 de enero. El grupo de periodistas de investigación Correctiv denunció públicamente el 10 de enero la reunión de los miembros de AfD con empresarios ultraconservadores y activistas neonazis que tuvo lugar en un hotel de Potsdam el pasado noviembre.

En esa cita, en la que participaron igualmente dos miembros de la llamada Unión de Valores, una asociación conservadora de afiliados a la CDU, se discutió como ejecutar una «remigración» que se centre en expulsar y deportar, pero también retirar la nacionalidad alemana, a millones de personas extranjeras o de origen migrante, también en el caso de «alemanes no asimilados».

Björn Höcke, ideólogo de Alternativa para Alemania y líder del partido en el estado federado de Turingia, lleva tiempo defendiendo públicamente ese tipo de medidas y ha escrito al respecto que si su formación llega al poder resultará inevitable llevar a la práctica una política de «crueldad bien temperada».

Más de un millón de personas ha firmado hasta ahora una petición pública que deberá ser abordada oficialmente por el Bundestag para que el gobierno federal solicite oficialmente ante el Tribunal Constitucional la retirada de los derechos ciudadanos a Höcke por defender una política neonazi y fascista que atenta contra la Ley Fundamental de Alemania.

Pese a todo, las encuestas dan por seguro que Höcke y Alternativa para Alemania triunfarán en las elecciones parlamentarias en Turingia en septiembre próximo, con gran ventaja sobre el resto de los partidos.