Los seis habitantes de Dixville Notch, el pueblo más pequeño de Nuevo Hampshire, dan a Nikki Haley su primera victoria
INTERNACIONAL
Todos los ojos están puestos en la exembajadora de EE.UU. ante la ONU: ¿será capaz la única mujer en contienda de ser una amenaza real para Donald Trump?
23 ene 2024 . Actualizado a las 17:40 h.Los seis habitantes de Dixville Notch, una de las localidades más pequeñas de Nueva Inglaterra, dieron su primera victoria electoral a Nikki Haley en las primarias del estado de Nuevo Hampshire, de las que el expresidente Donald Trump espera salir como líder republicano indiscutible de cara a las presidenciales de noviembre.
El colegio electoral de Dixville Notch ha abierto y cerrado sus puertas justo después de la medianoche, siguiendo una tradición que se retrotrae a 1960, fecha desde la que es el primer lugar en declarar los resultados de las primarias. Haley resultó vencedora con todos los votos a su favor. En el censo figuraban cuatro votantes republicanos y dos independientes.
«Un gran inicio para un gran día en New Hampshire», ha dicho Haley minutos después de la votación. «Gracias, Dixville Notch», ha agregado en su cuenta en la red social X. De esta forma, el gran favorito a hacerse con la victoria en las primarias en Nuevo Hampshire, el expresidente Donald Trump, no ha recibido ningún voto.
A lo largo de los años, Dixville Notch se ha convertido en un popular destino para los reporteros asignados a cubrir las primarias en el estado, que esperan ver en sus resultados alguna pista del rumbo que tomará la contienda. Y es que la pequeña localidad solía, por lo general, decantarse por el aspirante republicano que más tarde se haría con la nominación de su partido para las presidenciales, aunque en los últimos años la tendencia no se ha mantenido.
Por su parte, Trump ha publicado un comunicado en su cuenta en la red social Truth Social en el que ha trasladado a la población de Nuevo Hampshire que la votación de este martes «es la votación más importante» de sus vidas. «Cuando entren en la cabina de votación, van a enviar una señal al corrupto Joe Biden, sus matones elegidos a dedo, los lunáticos de la izquierda radical y todo el 'establishment' político enfermo de la capital de la nación», ha dicho.
¿Un espejismo o una opción real frente a Trump?
Con la promesa fallida de Ron DeSantis fuera del tablero, los ojos de la carrera presidencial republicana están puestos en la exembajadora de EE.UU. ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley. Pero, ¿será capaz la única mujer en contienda de ser una amenaza real para Donald Trump? La respuesta está este martes en Nuevo Hampshire. «Las próximas semanas serán increíblemente críticas, especialmente en Nuevo Hampshire, porque Haley ha invertido mucho tiempo, dinero y recursos para ganar allí», cuenta a Efe el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Carolina del Sur, Kirk A. Randazzo.
El pasado domingo, seis días después de acabar segundo en los caucus de Iowa el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunciaba el fin de su campaña y su apoyo a Trump (2017-2021).
Aunque hay algún candidato menor sin opciones reales, la lucha del Partido Republicano se redujo entonces a dos nombres: Trump, favorito, y Haley, aspirante a hacerle sombra a quien fuera su jefe. ¿Logrará la exgobernadora de Carolina del Sur salir este martes de Nuevo Hampshire como una opción real?
En opinión de Randazzo, tiene complicado ganar y lo que responderá a esa pregunta es el margen de diferencia con Trump. «Entre cinco y diez puntos sería suficiente para darle algo de impulso de cara a Carolina del Sur (donde se celebrarán las siguientes primarias), pero si pierde por 10 puntos o más, su campaña habrá terminado», afirma.
La misma opinión tiene Meena Bose, profesora de la Universidad Hofstra: «Si logra quedarse con una distancia de un solo dígito, le dará energía, pero si queda a más, la viabilidad de su campaña será complicada», sostiene.
La carrera brillante de una «incapaz»
Es larga y cada vez más feroz la lista de críticas de Trump contra quien fuera su elegida, en el 2017, para ser la máxima representante de Estados Unidos ante la ONU. Una de las más duras, la de su incapacidad para ser la primera presidenta de Estados Unidos.
Una opinión no respaldada por una brillante carrera impulsada por el propio Trump. «De todos los candidatos probablemente tiene la mayor experiencia en las cuestiones que podría enfrentar un presidente», apunta Randazzo sobre Haley.
Casada con un veterano de la guerra de Afganistán, Nimrata Nikki Randhawa Haley nació en Bamberg (Carolina del Sur) en 1972 en un hogar de migrantes sijs, originarios del Punyab en la India. Unos orígenes que el propio Trump ha usado para cuestionar su legitimidad para ser presidenta.
Educada en colegios de su localidad natal, se graduó en Contabilidad en la Clemson University y comenzó a trabajar en la empresa textil de su madre, que llegó a ser un negocio multimillonario. Entró en política en 2004, cuando logró un puesto en la Cámara de Representantes de Carolina del Sur. Miembro del extremista «Tea Party», en 2011 se convirtió en la primera mujer gobernadora de su estado natal.
¿Y si no existiera Trump?
Pese a que su relación con Trump nunca fue del todo amigable, tras ser elegido presidente la nombró embajadora de la ONU. Dejó el cargo a finales del 2018 y desde entonces se ha dedicado a preparar su candidatura, que lanzó en febrero del año pasado.
Con Trump como favorito indiscutible, a lo largo de la campaña Haley ha tratado de no criticarlo directamente hasta hace poco, una decisión que ha ralentizado su despegue, señala Randazzo. Otra dificultad que ha tenido es que, presos del miedo a Trump o de la pleitesía, no ha conseguido grandes apoyos de figuras del republicanismo.
«El hecho de que esos respaldos no hayan sido más frecuentes ni más visibles es una señal reveladora de que el Partido Republicano no está dispuesto a separarse de Trump», afirma el experto.
Pero, ¿qué pasaría si Trump no estuviera en el tablero de juego o si quedara fuera? Según una encuesta de CBS News/YouGov, Haley sería la mejor posicionada para vencer al candidato demócrata, el presidente Joe Biden. Le ganaría por el 53 % de los votos. En opinión de Bose, Haley «ha demostrado mucha fortaleza a lo largo de su campaña» e, independientemente de lo que pase de aquí a noviembre, «tiene mucho futuro político».
Ultimos mítines
Durante su último mitin de campaña la noche del lunes en el estado, Haley alertó a los ciudadanos de que si no la respaldan a ella mañana en las primarias del estado norteño, la elección en noviembre será entre «dos octogenarios». «No se quejen de lo que pase en las elecciones generales si no salen a votar», dijo la republicana, de 52 años, en Salem, un área suburbana al sur del estado. El estado norteño, donde un 39 % de los votantes se identifican como independientes, es un suelo fértil para el discurso de Haley, que se presenta a sí misma como una opción para los votantes que están cansados de Trump.
En su último discurso antes de las primarias de Nuevo Hampshire, Trump se dio por ganador y se centró en la contienda que librará con el demócrata Joe Biden en noviembre. El exmandatario, que fue interrumpido en varias ocasiones por manifestantes climáticos, animó a los votantes a considerar la contienda como una señal al actual presidente de lo que le espera en noviembre.
Su discurso de este lunes en la localidad de Laconia fue un repaso por algunos de los temas que han marcado su campaña hasta ahora, desde la crisis migratoria a la alta inflación, pasando por sus múltiples causas judiciales. El republicano vinculó lo que califica de una «persecución judicial» en su contra con la «libertad» de todos sus seguidores. «Nuestros enemigos quieren quitarme mi libertad, porque saben que yo nunca os arrebataré la vuestra», señaló.
También criticó a Haley, asegurando que se mueve por los intereses de la «élite política», y aseguró que un Gobierno de la exembajadora estadounidense ante la ONU pondría EE.UU. «en último lugar».