Los estadounidenses incursionaron en Oriente Medio tras el 11-S. Tres años después del fin de la misión de combate en Irak, mantiene presencia militar en los países árabes
04 feb 2024 . Actualizado a las 12:14 h.La primera vez que Estados Unidos comenzó sus operaciones en Oriente Medio fue al desatarse la «guerra contra el terror» de George W. Bush tras el atentado del 11-S. Bajo el pretexto falso de que el entonces dictador iraquí Sadam Hussain poseía armas de destrucción masiva, el país fue invadido en el 2003. Desde entonces, los norteamericanos no han abandonado la región.
En el 2007 alcanzaron la cifra récord de 160.000 soldados desplegados, reducidos a 100.000 cuando en el 2015 lideraron la coalición internacional contra el Estado Islámico. Por aquel entonces, compartían objetivos con los prochiíes que ahora combate, llamados por el jeque Al Sistani para hacer frente a la «sagrada misión» de derrotar a los radicales. Sin embargo, el Departamento de Defensa cifró el verano pasado en 30.000 los efectivos que aún permanecen no solo en los países de la órbita de Irán, sino también en aquellos que tienen estrechos vínculos con el país Atlántico.
Ello pese a que la misión de combate en Irak finalizó en el 2021. Ahora, las tropas que hay en Irak, Siria, Kuwait, Baréin o Catar y otros países sirven otros propósitos, aunque siempre en consonancia con los intereses estadounidenses.
Quedarse por el oro negro
Según recuerda el Washington Institute, tras derrotar al califato del EI en Siria en el 2019, el expresidente Donald Trump aseguró que mantendría a sus tropas allí para «mantener el petróleo», lo cual tuvo que desmentir el Pentágono poco después para calmar a la opinión pública.
Lo cierto es que era un motivo de peso. EE.UU. le demandó a sus aliados kurdos mantener los pozos fuera de las manos de Bachar al Asad para poder explotar un porcentaje, refinarlo y venderlo. Algo que en su día denunciaron China y Rusia, que también querían su parte del pastel. Así hicieron también en Irak por su «ayuda» con contratos millonarios a empresas europeas y norteamericanas. También se mantienen las tropas como ente vigilante para impedir que Irán ataque a Israel de forma directa, aunque no haya conseguido frenar la guerra asimétrica.