Ya son 54 legisladores los que han renunciado a la reelección
12 feb 2024 . Actualizado a las 21:22 h.Miedo y resignación. Estos son los sentimientos que embargan a un sector del Partido Conservador del Reino Unido, que parece haber asumido que son casi nulas sus posibilidades de ganar las próximas elecciones generales y descarta la remontada que el primer ministro Rishi Sunak viene prometiendo desde su llegada a Downing Street.
«Vamos por detrás [de los laboristas], pero aún no estamos derrotados». Esto le dijo el premier a cien diputados tories con los que se reunió a finales del pasado mes enero en un hotel de Londres para insuflarles ánimos de cara a los comicios que, con toda probabilidad se celebrarán hacia el otoño. De acuerdo con las informaciones aparecidas en la prensa, Sunak comparó a su partido con el equipo de críquet de Inglaterra, el cual contra todo pronóstico le ganó a la selección de la India a finales de enero.
El inspirador mensaje de Sunak parece no haber calado. Y prueba de ello es que el número de diputados de la bancada conservadora que han renunciado a la reelección en los próximos comicios no para de crecer y ya asciende ya a 54, lo que supone el 15 % de los 349 legisladores tories que hay actualmente.
Mejor invicto que derrotado
El último en tirar la toalla ha sido el exministro de Economía Kwasi Kwarteng, quien a principios de esta semana informó que no buscará retener su escaño por la circunscripción de Spelthorne (localidad del extrarradio de Londres), que ocupa desde hace 13 años. El exministro fue el autor del fallido presupuesto que a finales del 2022 desató una tormenta financiera que terminó provocando su destitución y días después la caída del Gobierno de Liz Truss, poco más de un mes de haberse constituido.
Pese a estos antecedentes, Kwarteng tenía posibilidades de revalidar su asiento en la Cámara de los Comunes, ya que esta circunscripción es un bastión conservador. ¿La razón? Incluso baluartes como Spelthorne están en riesgo, a pesar de que en el último siglo solo en una ocasión los laboristas han conseguido arrebatárselo a los conservadores.
Desde hace más de año y medio todas las encuestas que se publican en el Reino Unido vaticinan una victoria laborista en las generales con un ventaja de entre catorce y hasta más de veinte puntos, algo que podría provocar un resultado similar al registrado en 1997 cuando Tony Blair se hizo con las llaves del número 10 de Downing Street. Estos datos hacen dudar de que Sunak sea capaz de obrar el milagro de John Major en 1992, quien sacó a los conservadores del foso y los llevó a su cuarta victoria consecutiva.
Los sondeos no son las únicas señales de alarma. La sucesión de derrotas que los conservadores vienen encadenando en casi todas las elecciones celebradas desde el 2022 tampoco ofrece motivos para el optimismo.
Precisamente este mes de febrero los conservadores se medirán en las urnas con los laboristas en tres elecciones anticipadas. El próximo 15 de febrero los votantes de las circunscripciones inglesas de Wellingborough y de Kingswood deberán elegir a su nuevo representante en el palacio de Westminster. Dos semanas después, concretamente el día 29, los electores de Rochdale deberán hacer lo propio.
Un nuevo batacazo electoral provocará a Rishi Sunak más problemas dentro de su partido y alejará aún más esa remontada de la que no se cansa de hablar.