El colombiano ELN congela las negociaciones de paz que había abierto en el 2022 con Petro

Héctor Estepa
Héctor Estepa RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

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Imagen de archivo del presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Imagen de archivo del presidente de Colombia, Gustavo Petro. Andrea Puentes | EFE

Se trata de la mayor guerrilla de Colombia tras la desmovilización de la FARC, con 5.000 miembros en sus filas

21 feb 2024 . Actualizado a las 22:44 h.

Más problemas para la paz total de Gustavo Petro. El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la mayor guerrilla de Colombia tras la desmovilización de las FARC, con más de 5.000 combatientes, ha dado esta semana por «congeladas» las negociaciones de paz que inició a finales del 2022 con Gobierno del líder izquierdista y ha declarado, además, a esos diálogos «en abierta crisis».

Nunca fue fácil negociar con el ELN. El grupo subversivo ya se había sentado a la mesa en anteriores ocasiones con hasta cuatro presidentes. Petro creyó que en su caso iba a ser diferente, al haberse convertido en el primer presidente izquierdista del país. Llegó a decir, en campaña, que, con él en el Gobierno, el ELN se acabaría en tres meses. Se equivocaba.

La nueva administración colombiana ha conseguido arrancar compromisos clave, como un cese al fuego bilateral vigente y la suspensión de secuestros con fines extorsivos, pero en proceso ha estado salpicado por numerosas crisis, la más grave el pasado octubre, cuando la guerrilla secuestró al padre del futbolista Luis Díaz, del Liverpool.

En esta ocasión, a juzgar por las palabras del comando central del ELN, vertidas en una misiva, las tensiones tienen que ver con la organización en la región de Nariño, fronteriza con Ecuador, foco de producción de coca y muy disputada por los grupos armados, de un diálogo entre las autoridades locales —aliadas de Petro— y la población, al que han sido invitados dos grupos disidentes de las FARC.

El Gobierno y el ELN pactaron, en agosto, un mecanismo de participación ciudadana por medio de diálogos con campesinos y pobladores articulados a través de un Comité Nacional de Participación (CNP) y ya se han realizado 50 de las 77 actividades previstas, pero los elenos critican que el acto de Nariño se hace “por fuera de dicho proceso nacional” y «desconociendo a la delegación del ELN».

El Gobierno ha respondido que las «decisiones» unilaterales del ELN son «su entera responsabilidad» y conducen a generar «crisis innecesarias que prolongan la confrontación armada».

Varios expertos han alertado de que el tiempo para llegar a un acuerdo final se acaba en pocos meses. El Gobierno Petro está llegando a su ecuador y la guerrilla será reacia a firmar pactos ante una posible vuelta cercana de la derecha al poder.