Ecuador expulsa a la embajadora mexicana y López Obrador llama «facha» al Gobierno de Noboa

Héctor Estepa
Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el miércoles durante su rueda de prensa matutina.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el miércoles durante su rueda de prensa matutina. Europa Press / Contacto / Carlos San | EUROPAPRESS

El presidente otorga asilo político a Jorge Glas, antiguo número dos del exmandatario ecuatoriano Rafael Correa

05 abr 2024 . Actualizado a las 21:41 h.

Nueva crisis diplomática en América Latina. Ecuador decidió este jueves expulsar a la embajadora de México después de que el presidente del país norteamericano, Andrés Manuel López Obrador, diese a entender que el actual mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa, ganó los comicios del pasado año gracias al asesinato, en agosto, del entonces candidato Fernando Villavicencio, acribillado a la salida de un mitin en una acción atribuida al crimen organizado.

López Obrador volvió a referirse el viernes al tema en su conferencia matutina de prensa y, como de costumbre, subió el precio del pan. Ratificó que hubo un acto de «manipulación» con la muerte de Villavicencio y criticó el, a su juicio, excesivo dispositivo policial frente a la Embajada de México en la capital ecuatoriana. «En la noche vi un exceso de uso de fuerza rodeando la embajada con mucha prepotencia. Así son los fachas», señaló.

En esa sede diplomática se encuentra el exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas. El antiguo número dos de Rafael Correa se refugió en la Embajada mexicana en diciembre para evitar la cárcel por dos sentencias de corrupción. México rechazó recientemente el ingreso de fuerzas ecuatorianas al lugar para detener al político progresista. López Obrador ratificó el viernes a última hora que no lo entregará y le otorgó asilo político. Ambos países, puntualizaron, eso sí, que no romperán relaciones.

Esta brega sucede unos días después de la crisis por las críticas de Colombia y Brasil a la no inscripción de la candidata María Corina Machado en las listas electorales en Venezuela y a la que igualmente mantuvo Bogotá con Buenos Aires cuando Javier Milei llamó «asesino terrorista» a Gustavo Petro, momento ya superado.