Daniel Sancho se enfrentará desde este martes a su juicio por asesinato
INTERNACIONAL
El cocinero español podría ser condenado a pena de muerte por haber quitado la vida al médico Edwin Arrieta
08 abr 2024 . Actualizado a las 22:12 h.El juicio contra el cocinero español Daniel Sancho, acusado del asesinato y descuartizamiento del médico colombiano Edwin Arrieta, comienza el martes en el tribunal provincial de la isla tailandesa de Samui. Sus padres, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchano, están ya en Tailandia para respaldar a su hijo, que podría enfrentarse a la pena de muerte. Los acompaña un equipo legal que lleva meses trabajando para demostrar que se trató de un homicidio imprudente y no de un asesinato premeditado, tesis que defenderá la acusación para evitar a toda costa la pena capital.
El proceso, que tendrá un paréntesis temporal debido a la celebración del Songkran, el año nuevo tailandés, se alargará hasta el 3 de mayo. Están previstas 14 sesiones y la intervención de más de medio centenar de testigos entre los que estará el padre del acusado, que declarará a petición de la defensa. Terminadas las testificales, el tribunal tendrá entre cuatro y ocho semanas para emitir la sentencia.
Tanto Daniel Sancho como su padre declararán el 25 de abril, primer día del turno de la defensa, que corre a cargo del abogado local Aprichat Srinuel. Entre los testigos que llamará se encuentran varios policías, un criminólogo, expertos forenses españoles, un psicólogo, un experto en sierras y un lingüista especializado en traducciones al español. Antes, habrán testificado las 28 personas propuestas por el fiscal. Por su parte, los abogados de la familia Arrieta, que se adherirán a la pena que solicite la Fiscalía, solo llamarán al estrado a los padres de la víctima, Ana Marcela Arteaga y Leovaldo José Arrieta.
Engañado
Inicialmente, Sancho confesó el asesinato ante la Policía de Phangan, la isla donde tuvieron lugar los hechos el pasado 2 de agosto. Una confesión que se realizó sin traductor y sobre la que la criminóloga Carmen Balfagón ha denunciado en más de una ocasión que las autoridades «engañaron» al español para que confesara la autoría del crimen haciéndole creer que así regresaría a España en dos días. Balfagón ha asegurado que incluso le dieron a firmar «documentos falsos».
La principal controversia está en la causa de la muerte. En este sentido, el abogado Marcos García Montes, que encabeza el equipo de la defensa, ha subrayado que debe determinarse el mecanismo exacto: «Si es un homicidio, un asesinato, un homicidio imprudente, o no es nada, porque hay una eximente plena».
Las autoridades tailandesas sostienen que Arrieta falleció de una cuchillada realizada con un arma homicida que «nadie sabe donde está», ha argumentado García Montes. La defensa sostiene que «golpeó a Arrieta en una pelea para defenderse de una agresión sexual y se deshizo del cuerpo». Precisamente, el psicólogo llamado por los letrados de la defensa será el encargado de explicar las razones científicas que pudieron llevara a Sancho a la ocultación del cuerpo, según ha precisado Balfagón estos últimos días.
En resumen, tal como subrayó García Montes en la rueda de prensa en la que presentó el trabajo realizado por el equipo legal, «estamos en la línea que hemos marcado desde el primer día, porque todo esto da un vuelco el 21 de agosto cuando la Policía dice que ha habido una pelea; la pelea excluye la premeditación y estaríamos ya dentro del homicidio. Hay imágenes que aportaremos, que muestran cómo este hombre [Edwin Arrieta] en un forcejeo cae hacia una bañera y casi se fractura el occipital, que es la causa de la muerte, con lo que estamos en un homicidio imprudente como máximo». A lo que habría que añadir que «también puede haber circunstancias atenuantes, que son muchas, como amenazas, chantajes, coacciones, etcétera; y un estado mental de trastorno transitorio».
En este sentido, García Montes ha expresado que el equipo legal cuenta con «testificales, documentales y periciales que acreditan que la línea de defensa que hemos planteado no es utopía, sino hechos».