Biden pone al aborto en el centro de su campaña electoral

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

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Trump intenta zafarse de su papel de abanderado del antiabortismo, cuando más del 71 % de los estadounidenses se declaran a favor del derecho de la mujeres a decidir

12 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Por culpa de Donald Trump, millones de mujeres han perdido la libertad fundamental de controlar sus propios cuerpos». Esta afirmación es del presidente Joe Biden y protagoniza uno de los últimos anuncios de su campaña. Frente a un Trump responsable de la mayor política restrictiva ante el aborto desde la década de los 70, Biden coloca ese derecho de las mujeres en el centro de su campaña a las presidenciales.

Las últimas elecciones, las legislativas del 2022, celebradas meses después de que el Tribunal Supremo acabase con la protección constitucional del aborto, ya mostraron que este tema tenía el potencial de ser una cuestión tóxica para los candidatos republicanos. Entonces, a pesar de las previsiones de que los conservadores barrerían en las legislativas, los demócratas mantuvieron el control del Senado, y los republicanos tuvieron que conformarse con una ventaja mínima en la Cámara de Representantes.

La realidad es que los cambios introducidos por el Partido Republicano y sus jueces afines respecto al aborto han disparado el apoyo a la protección de los derechos reproductivos en Estados Unidos. Según los datos del diario The Washington Post, en el 2015, algo más de la mitad de los estadounidenses (58 %) se declaraban partidarios de la legalidad del aborto en «todos o la mayoría de los casos». En el 2024, esa posición es defendida por el 71 %. 

Ahora, el debate sobre el aborto promete ser un activo para las campañas demócratas. Una posibilidad que responde a que la decisión que terminó con su protección federal, adoptada por un Supremo de mayoría conservadora —gracias a los tres magistrados nombrados durante la presidencia de Trump—, estaba profundamente desconectada de las preferencias de los votantes. Hoy, solo la defiende un 36 % de los estadounidenses. 

Ofensiva en Arizona

Ante ese hecho, y aprovechando la prohibición cuasi total del aborto que impuso este martes el Tribunal Supremo de Arizona apoyándose en una ley de 1864, la campaña de Biden busca capitalizar el descontento. El jueves, el presidente lanzaba una ofensiva mediática en Arizona con una compra millonaria de anuncios enfocados en la cuestión. A través de ellos, Biden quiere subrayar la responsabilidad de Trump en la prohibición del aborto en uno de los estados bisagra.

Al mismo tiempo, de aquí a noviembre, la campaña de Biden apostará por el potencial comunicativo de los testimonios de una retahíla de mujeres afectadas por las prohibiciones abortivas. El primero de ellos, la historia de una mujer de Texas que estuvo a punto de fallecer después de que se le denegara un aborto, llegó como respuesta a un comentario con el que Trump abogaba por dejar a los estados decidir sobre la cuestión.

Frente a Biden, Trump tiene problemas para hilar una postura coherente e intentar blanquear su figura como el gran abanderado del antiabortismo. Sobre la decisión de Arizona afirmó que el tribunal había «ido demasiado lejos». Lo hizo, dos días después de decir que estaba orgulloso de ser el responsable de haber nominado a los tres jueces del Supremo que habían hecho posible el fin de la protección constitucional del aborto.