La Guardia Republicana despliega un nuevo cuerpo, Safirane Mehr, para perseguir a las mujeres que no se cubran con la hiyab
22 abr 2024 . Actualizado a las 21:01 h.En plena escalada bélica con Israel, el líder supremo Alí Jamenéi aprovechó para instar a las iraníes a «obedecer» y cubrirse el cabello con el velo islámico, algo que muchas iraníes han dejado de hacer desde la muerte de Mahsa Amini. En esta nueva campaña para volver a imponer la prenda impuesta por la sharia, este lunes se anunció el despliegue de un nuevo cuerpo bautizado con el impropio nombre farsi de Safirane Mehr, en español Embajadores de cariño.
«Grupos entrenados con el nombre de Safirane Mehr abordarán de manera más seria la cuestión del cumplimiento de las normas y reglamentos relacionados con el hiyab en lugares públicos y en oficinas, centros comerciales, carreteras, parques y el transporte público de Teherán», dijo el comandante de la Guardia Revolucionaria de Teherán, el general Hasán Hassanzadeh, según recoge Efe de la agencia Mizan. El oficial no indicó si estos «grupos entrenados» forman parte de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de élite con la misión de defender la República islámica, o pertenecen a otros organismos de seguridad del país.
Hassanzadeh alertó contra la «degeneración de las familias y especialmente de los jóvenes» promovidas por el «enemigo» para atacar la «riqueza religiosa y social» del país a través del «desafío del hiyab».
La llamada Policía de la Moral regresó el pasado día 13 a las calles iraníes para imponer el uso del velo islámico en el denominado plan Luz y desde entonces ya se han producido arrestos de mujeres que no se cubrían. Los internautas han comenzado a usar la etiqueta «guerra contra las mujeres» en redes sociales, donde comparten vídeos y experiencias de represión en esta nueva campaña.
Una de las personas que lo hizo fue la joven Dina Ghalibaf, quien denunció que fue detenida y recibió electrochoques (con una táser) por no llevar velo, antes de ser puesta en libertad.
Tras su publicación en redes, Ghalibaf, periodista y estudiante universitaria, fue detenida de nuevo y trasladada a la prisión Evin de Teherán, según denunció la premio nobel de la paz iraní Narges Mohammadi. «Dina Ghalibaf entró en la sección de mujeres de la prisión de Evin con moretones en el cuerpo y el relato de abuso sexual», afirmó Mohammadi en un comunicado distribuido por su familia en la red social Instagram.
La activista denunció la semana pasada que las autoridades han convertido las calles de Irán en «un campo de batalla contra las mujeres» en un intento de aliviar su ilegitimidad y el colapso de su autoridad con la intimidación y el miedo».
Muchas iraníes han dejado de usar el velo como forma de desobediencia civil desde la muerte en septiembre del 2022 de Amini tras ser detenida precisamente por llevar mal puesto el hiyab, lo que suscitó fuertes protestas en las que murieron 500 personas. Desde entonces, las autoridades iraníes han tratado de reimponer el uso del velo con diversos métodos de coacción, pero no lo han logrado totalmente.