Nadie quiere hacer campaña con el presidente Macron

Asunción Serena PARÍS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Johanna Geron | REUTERS

Su imagen y nombre no están en los carteles electorales, y hasta el primer ministro Attal evita nombrarlo

26 jun 2024 . Actualizado a las 22:24 h.

Gabriel Attal tiene la difícil tarea de lograr que las elecciones legislativas francesas no se conviertan en un referendo a favor o en contra de Emmanuel Macron, porque la popularidad del presidente de la V República es tan baja que puede condenarles de antemano a perder el Gobierno.

El primer ministro lo ha comprobado de primera mano esta misma semana, cuando en uno de sus desplazamientos para hacer campaña, un ciudadano se le acercó para aconsejarle que le diga al presidente «que cierre la boca». «Usted lo hace muy bien —insistió—, pero el presidente es quien nos está trayendo todos los problemas».

Por eso este jueves, cuando Gabriel Attal desveló el programa de la coalición Juntos por la República, se presentó solo, como único jefe de campaña, sin hacer referencia alguna a Emmanuel Macron. Dejando claro que lo que está en juego no es una elección presidencial puesto que Macron va a seguir en el palacio del Elíseo hasta el 2027 sea cual sea el resultado de la cita electoral a dos vueltas, del 30 de junio y el 7 de julio.

Insistió en que las urnas decidirán quién estará en el palacio de Matignon, sede del Gobierno: «Jordan Bardella, Jean-Luc Mélenchon o yo». Presentó las elecciones como la confrontación de «tres bloques, tres visiones diferentes». Pero la suya, según él, es la única con «una línea coherente» y que «no gasta el dinero que no tenemos».

Attal no es el único que espera desvincular su imagen de la de Macron. Antes, los candidatos macronistas lucían con orgullo en sus carteles de campaña la imagen y el nombre de su líder. Pero ahora la mayoría, incluso los ministros que se presentan a las elecciones, han optado por carteles en las que el presidente brilla por su ausencia. Para evitar contaminarse de su impopularidad, hasta evitan hacer referencia al nombre del partido, y algunos exdiputados incluso rechazan la presencia en la campaña de los ministros en sus circunscripciones porque en cierta forma representan la acción del presidente de la República.

La patronal, contra los extremos

Attal contó este jueves con el apoyo del jefe de la patronal francesa, Patrick Martin, que alertó en Le Figaro contra las incoherencias de los programas electorales de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y la coalición de izquierdas Frente Popular, liderado por la radical La Francia Insumisa. Poco después, los jefes de los distintos partidos presentaron ante los empresarios sus programas. Jordan Bardella por el RN y Boris Vallaud y Éric Coquerel por el Frente Popular intentaron convencerles de que no son «un peligro para la economía francesa», como asegura el jefe de la patronal. 

Para tranquilizarles, Bardella deja para más tarde algunas de sus promesas como la exención del impuesto sobre la renta para los empresarios menores de 30 años o el 0 % del IVA para los productos de primera necesidad. Y justifica este cambio por el estado lamentable de las cuentas públicas. Vallaud y Coquerel por su parte piden «un esfuerzo de patriotismo económico» a los millonarios para financiar parte de su «nuevo pacto productivo».