Fracasa el intento de golpe de Estado en Bolivia protagonizado por un general destituido

Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

En el centro, el general Zúñiga, detenido tras un intento de golpe de Estado en Bolivia
En el centro, el general Zúñiga, detenido tras un intento de golpe de Estado en Bolivia Claudia Morales | REUTERS

Las tropas que llevaron a cabo el ataque se retiraron y el comandante golpista fue detenido. Los seguidores de Evo Morales, enfrentado al presidente Arce (de su mismo partido), acusan al mandatario boliviano de intentar un «autogolpe»

27 jun 2024 . Actualizado a las 10:29 h.

Bolivia vivió este miércoles un intento de golpe de Estado. Decenas de militares, liderados por el comandante general Juan José Zúñiga, tomaron en la tarde de este miércoles la plaza Murillo de La Paz y minutos después una tanqueta reventaba las puertas del Palacio de Gobierno para permitir la entrada del líder golpista al edificio.

«Vamos a recuperar esta patria», dijo el general Zúñiga a las puertas del edificio. «Basta de empobrecer a nuestra patria, basta de humillar a nuestros militares. Hemos venido a expresar nuestra molestia», señaló antes de entrar en la sede del Ejecutivo, donde hubo disparos.

Una vez dentro, Zúñiga habría forzado una reunión con el presidente Luis Arce, que se encontraba en el edificio, y habría pedido la dimisión del ministro de Defensa, según los medios bolivianos. Imágenes de televisión mostraron cómo Arce se encaró con el militar golpista, reclamándole que desmovilizase las Fuerzas Armadas.

El general rebelde salió del edificio tras el encuentro con Arce y se encerró en una de las tanquetas que cercaban la plaza. Dijo que Arce seguía siendo presidente «por el momento» y señaló que «las Fuerzas Armadas pretenden reestructurar la democracia» y reclamó la «inmediata libertad de los presos políticos», incluyendo a la expresidenta Jeanine Áñez y al opositor Luis Fernando Camacho, protagonistas de la crisis del 2019 que acabó con el Gobierno de Evo Morales. Finalmente, se retiró con sus tropas y en su huida fue detenido.

Mensaje de Arce

Arce apareció en un mensaje en directo desde el palacio de Gobierno, tras su encontronazo con Zúñiga, reclamando a los bolivianos «organizarse y movilizarse contra el golpe de Estado y en favor de la democracia». Estuvo rodeado de parte de su equipo y sin ningún miembro del Ejército.

Mientras se llevaba a cabo la asonada, la poderosa Central Obrera Boliviana había declarado una huelga general y la movilización de todas las centrales sindicales a la paz. Centenares de personas intentaban ingresar a la localización. Medios locales reseñaban el movimiento de militares reducido a La Paz.

La víspera, el líder de los golpistas había amenazado con acciones si el expresidente Evo Morales decidía volver a presentarse a las elecciones. Este miércoles se filtró que Luis Arce, del mismo partido que Morales, pero enfrentado desde hace meses con el líder indígena, que lo considera un traidor, había decidido destituir a Zúñiga. Horas después se produjeron el movimiento militar.

Los principales líderes opositores en libertad censuraron inmediatamente las acciones de Zúñiga. «Los insurrectos deben ser procesados. A los saqueadores corruptos de Arce y Evo los sacaremos el próximo año con votos, nunca con botas», dijo el expresidente conservador Jorge Quiroga. «Repudio esta acción militar», señaló el exmandatario y muy probable candidato opositor Carlos Mesa.

Acusaciones de «autogolpe»

Bolivia se encuentra en un momento crítico por la división del oficialismo entre los seguidores de Arce, que controla a los principales sindicatos del país, y quienes defienden a Morales, con acusaciones cruzadas de conspiraciones contra unos y otros.

Los seguidores de Morales han acusado al presidente Arce de intentar un «autogolpe». 

«(De) magistrados autoprorrogados a un autogolpe, el pueblo boliviano se hunde en la incertidumbre. Este desorden institucional, donde las autoridades extienden ilegalmente sus mandatos», ha declarado el presidente de la Cámara de Senadores, Adrónico Rodríguez, afín al histórico líder indígena. 

El general golpista detenido, Juan José Zúñiga, también señaló a Arce. Dijo que le había pedido sacar «los blindados» para «levantar» su popularidad ante una «situación muy jodida». 

El país experimenta desde hace meses una falta de divisas internacionales y desde hace unos días una crisis petrolera que había generado una gran huelga de transportistas.

Condena internacional

La Unión Europea condenó el golpe de Estado y expresó su solidaridad con el Gobierno elegido democráticamente y con el pueblo boliviano. Condena que repitió el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, además de hacer un llamamiento «a respetar la democracia y el Estado de derecho».

En medio de la repulsa generalizada de los dirigentes sudamericanos, el presidente brasileño, Lula da Silva, afirmó que «en América Latina, los golpes nunca funcionaron».