Portugal celebra como una victoria de su diplomacia la elección de Costa como presidente del Consejo Europeo

B. Suárez OPORTO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Von der Leyen y António Costa, en diciembre del 2022.
Von der Leyen y António Costa, en diciembre del 2022. UNIÓN EUROPEA | EUROPAPRESS

Rebelo de Sousa y Montenegro se unieron para reforzar la candidatura

27 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Portugal respira aliviado. La elección del ex primer ministro luso António Costa como presidente del Consejo Europeo se había vuelto una cuestión de estado. Era importante para los socialistas, tras tres derrotas electorales consecutivas. Era importante para el primer ministro, el conservador Luís Montenegro, que prometió «hacer todo lo posible» para que la candidatura saliera adelante. También lo era para el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, que ya había lamentado la salida de Costa del Gobierno. Y era esencial para reforzar la imagen institucional ante quienes más la criticaban (la extrema derecha) a causa de la investigación de la Fiscalía que tumbó al Gobierno el pasado noviembre.

«Son buenas noticias para Europa, para Portugal y para los socialistas», escribió el actual líder del partido, Pedro Nuno Santos, que también apunta que Costa dará a su nuevo cargo «el peso político que necesita». En la misma línea, Montenegro reiteró este miércoles que «Costa es el mejor socialista para el Consejo Europeo», «no solo por ser portugués», sino por «su trayectoria política». Al contrario, André Ventura, líder de la ultraderechista Chega, considero «inaceptable que esté en marcha la mayor operación del blanqueamiento de un político».

Obstáculo de última hora

La elección de Costa parecía decidida hace dos semanas, tras meses de dudas por el proceso judicial en curso, en el que ni tan siquiera esta imputado. Pero el pasado lunes, solo unas horas después de las primeras negociaciones para acordar los top jobs europeos, CNN Portugal publicó la transcripción de una escucha telefónica, en la que António Costa sugería a su interlocutor, el entonces ministro de Infraestructuras, João Galamba, que despidiera a la presidenta de la aerolínea estatal TAP, lo que ocurrió al día siguiente.

Este documento permitirá a la ejecutiva exigir una indemnización millonaria al Estado, pero el verdadero impacto de la filtración reside en el daño a la candidatura de Costa, según múltiples líderes de opinión.

El movimiento indignó de nuevo a la opinión pública y a la mayoría de los partidos políticos y está siendo investigada por la Fiscalía. Además, unos días después, y a pesar de no ser en absoluto sospechoso, Costa fue citado para declarar ante la comisión parlamentaria de investigación sobre el llamado caso de las gemelas brasileñas. 

De momento, la unidad de los grandes partidos ha hecho que se imponga la diplomacia lusa, como ya había ocurrido cuando José Manuel Durão Barroso, António Guterres, Diogo Freitas Amaral o Mário Soares optaron a cargos de distintos organismos internacionales.