Los embajadores permanentes ante la UE muestran en una reunión su «insatisfacción» por la primera semana y media del primer ministro húngaro al frente de la presidencia rotatoria del Consejo
10 jul 2024 . Actualizado a las 21:05 h.La Unión Europea abordó este miércoles por primera vez de manera formal los viajes sorpresa realizados por Viktor Orbán, primer ministro húngaro y desde el día 1 presidente de turno del Consejo de la UE, a Moscú y Pekín en los últimos días que tanto malestar han generado en las instituciones comunitarias. El asunto pasó por el Comité de Representantes Permanentes (Coreper), cuya reunión en Bruselas se convirtió en un auténtico rapapolvo hacia el líder magiar, quien no asistió al encuentro. A la cita, como en el caso del resto de Estados miembros, acudió su embajador permanente ante la UE, Balint Odor, a quien le tocó aguantar dos horas de reproches.
Todos los países, salvo Eslovaquia, tomaron la palabra en la reunión celebrada a petición de Polonia -que en 2025 asumirá la presidencia rotatoria del Consejo tras Hungría- y muchos coincidieron en la necesidad de adoptar medidas para «protegerse» del impacto negativo que las actuaciones del 'verso libre' de Orbán puedan generar en la política exterior comunitaria. No se tomó ninguna decisión al respecto pero, como mínimo, señalaron fuentes diplomáticas, el posicionamiento de los embajadores europeos sirvió de «tarjeta amarilla» hacia el primer ministro húngaro.
A los socios les preocupa que las acciones o las palabras de Orbán puedan despertar «confusión» en el escenario internacional sobre la postura de la UE en diferentes temas, incluida la guerra de Ucrania, e insisten en transmitir que el mandatario magiar se ha visto con Vladímir Putin y Xi Jinping a título personal. Él, consciente del revuelo causado, defendió en una carta enviada, entre otros altos cargos, al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que estas visitas respondían a una «misión de paz» ya que teme que la invasión afecte de manera negativa a la economía comunitaria. La misiva no funcionó y este miércoles los embajadores evidenciaron su «insatisfacción» por la primera semana y media de Hungría en la presidencia de turno.