Los rivales de Trump en las primarias se unen para apoyar su candidatura

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

La exembajadora Nikki Haley, junto al gobernador de Florida, Ron DeSantis, en la Convención Nacional Republicana.
La exembajadora Nikki Haley, junto al gobernador de Florida, Ron DeSantis, en la Convención Nacional Republicana. Brian Snyder | REUTERS

DeSantis y Haley escenificaron un contundente respaldo al expresidente

17 jul 2024 . Actualizado a las 23:44 h.

De rivales a defensores convencidos. El cambio que han experimentado los rivales de Donald Trump en las primarias republicanas de enero hasta la Convención de julio en Milwaukee los ha visto pasar del enfrentamiento —tibio en la mayoría de los casos— a un apoyo indiscriminado que han escenificado frente al candidato a ocupar la Casa Blanca.

El martes, segundo día de la Convención Nacional Republicana, el escenario del Finserv Forum acogió una nutrida delegación de exrivales de Trump en las primarias. Su participación, que todos aprovecharon para reafirmar su lealtad al ahora líder de facto del Partido Republicano, sirvió para escenificar una calculada unidad sobre la que pivotan los mensajes de campaña del candidato desde que sufriera un intento de asesinato.

El primero en pasar por el escenario fue el empresario Vivek Ramaswamy. Para deleite de la multitud presente en la Convención Nacional Republicana, el excandidato, de padres indios naturalizados estadounidenses, fue especialmente crítico con la inmigración ilegal en un discurso especialmente dirigido a los votantes más jóvenes. El millonario, que hace tiempo que actúa como el más convencido de los seguidores de Trump, fue recibido con el mayor estruendo por los asistentes al evento.

Por su lado, el que en su momento partiese con mayores posibilidades de hacerse con la nominación frente a Trump, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, utilizó parte de su intervención para tratar de reforzar la narrativa del expresidente de que está siendo perseguido por las élites. «A Donald Trump le han demonizado, le han demandado, le han juzgado, y casi pierde su vida. No podemos defraudarle, y no podemos defraudar a Estados Unidos» dijo el floridano en su defensa del magnate. «Enviemos a Joe Biden de vuelta a su sótano y enviemos a Donald Trump de vuelta a la Casa Blanca», remarcó.

Por último, la que fuera la contendiente más crítica con Trump durante las primarias, la exembajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, también escenificó su transformación de escéptica a leal aliada. Haley, que fue la rival de Trump que más tiempo aguantó en la competición contra el expresidente, fue recibida con reacciones mixtas, aplausos y abucheos al mismo tiempo. Una tibieza a la que la política respondió con una declaración de lealtad superlativa. «Voy a empezar dejando una cosa perfectamente clara. Donald Trump tiene mi apoyo completo. Punto» dijo la ex gobernadora de Carolina del Sur ante la multitud del Finserv.

Otros dos rivales de Trump en las primarias, en este caso en las del 2016, Marco Rubio y Ted Cruz, también participaron de la escenificación de unidad en torno al líder republicano. Rubio, que sonaba con fuerza en las quinielas para el puesto de vicepresidente de Trump, aprovechó su intervención para rendir homenaje al bombero que perdió la vida en el atentado del sábado. Cruz, por su lado, agradeció a «Dios Todopoderoso» que Trump escapase de dicho atentado con vida, pidiendo a los votantes que votasen «con su conciencia» ante la «invasión» que, afirmaba, se produce a través de la frontera sur del país.

Los demócratas intentan blindar la candidatura de Biden mientras arrecian las críticas de altos cargos

El Partido Demócrata ha pisado el acelerador para oficializar la candidatura de Joe Biden a la reelección presidencial. Plantean una hoja de ruta que ha despertado las críticas de varios de los miembros del partido porque que adelantaría la nominación de Biden a principios de agosto, antes de la celebración de la Convención Demócrata en Chicago.

La iniciativa llega en un momento en el que no hay acuerdo entre los miembros del partido de izquierdas sobre la conveniencia de la candidatura de Biden ante un Donald Trump que parece imbatible. Según afirmaba una comunicación filtrada a la CNN, el Comité Demócrata Nacional quiere organizar una reunión este mismo viernes para establecer los plazos que seguirá la confirmación de la nominación de Biden. Un proceso que constaría de una votación virtual en algún momento del próximo mes.

La posibilidad de adelantar la nominación empezó a plantearse en mayo ante la posibilidad de que una votación posterior dejase a Biden fuera de las papeletas de Ohio. Un requisito, este último, que ya ha sido subsanado por parte del estado. A pesar de ello, uno de los responsables de campaña de Biden, Quentin Fulks, defendía nominarle en una fecha anterior a la convención con el fin de «asegurar que el proceso discurre de la forma más tranquila posible».

El plan del Comité Demócrata ha sido recibido con disgusto por parte de los miembros del partido en la Cámara de Representantes. Al menos tres congresistas estarían dispuestos a firmar una carta de oposición a la aceleración del proceso. La carta, obtenida por el New York Times, afirma que «proceder con la votación virtual en ausencia de una razón legal válida será percibido legítimamente como una maniobra puramente política» lo que, argumentan, «socavará la unidad y cohesión» del Partido Demócrata.

Por su lado, el presidente de EE.UU. ha estado trabajando en un plan para reformar la Corte Suprema de Estados Unidos, un órgano constitucional en el que los republicanos tienen una holgada mayoría y que, en los últimos tiempos, es visto como excesivamente partidista por parte de los políticos demócratas. Según decía Biden ante los miembros del Caucus progresista del Congreso, la propuesta, en la que habría estado trabajando durante varios meses, incluiría limitar la duración de los mandatos de los magistrados del tribunal —actualmente vitalicios— y un código ético aplicable a los jueces. Este último querría evitar escándalos como el que ha rodeado al magistrado Clarence Thomas, receptor de un tratamiento de favor por parte de un donante republicano que habría llegado a poner su avión privado al servicio del juez.