Israel reduce al mínimo la zona humanitaria en Gaza mientras un alto el fuego no termina de llegar

P. M. MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Manifestación a favor de la liberación de los rehenes en Tel Aviv.
Manifestación a favor de la liberación de los rehenes en Tel Aviv. Florion Goga | REUTERS

Tel Aviv mantiene sus reticencias, ya que los ministros ultras del Gobierno de Benjamin Netanyahu quieren anexionarse Gaza

24 ago 2024 . Actualizado a las 21:46 h.

La guerra en Gaza vuelve a abrir otro capítulo de incursiones israelíes. El Ejército de Tel Aviv prepara incursiones en Jan Yunis y Deir al Balah mientras estrecha la zona humanitaria a donde se pueden desplazar los civiles, que ocupa menos del 10 % de la Franja a día de hoy.

Las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron la eliminación de los cuatro batallones de las milicias Al Qassam de Hamás en Rafah y ahora busca neutralizar más unidades del Movimiento de Resistencia Islámica en la zona central de Gaza. Por ello, el Ejército lanzó nuevas órdenes de evacuación para unos civiles palestinos que se han desplazado en algunos casos hasta 15 veces en un año. «A todos los presentes en la zona de los municipios de Masdar, Maghazi, Harat Basateen, Ansar, Dimitha, Safa, Sidra, así como el este de Deir Al Balah (...) les pedimos que, por su seguridad, evacúen inmediatamente y se trasladen a la zona humanitaria», instó el portavoz en árabe del Ejército, Avichay Adraee.

Con todo, la atención también está en El Cairo, donde se ha desplazado una delegación de Hamás para «escuchar las conclusiones» alcanzadas por Estados Unidos e Israel, con Catar y Egipto como mediadores, con respecto a un alto el fuego en la porción de Palestina de la costa.

Los funcionarios del Movimiento irán, casi con seguridad, a llevarse otro chasco. La posición inamovible de Israel hace casi imposible un cese de las hostilidades y un intercambio de rehenes. Si bien la Casa Blanca y Hamás aceptan el acuerdo en tres fases que propuso Joe Biden, Tel Aviv mantiene sus reticencias, ya que los ministros ultras del Gobierno de Benjamin Netanyahu quieren anexionarse Gaza y pueden dejarle caer del poder. La situación interna en el país es delicada, y no parece que el primer ministro quiera vérselas con problemas domésticos.

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, aseguró hace días que esta puede ser «la última oportunidad» de alcanzar un acuerdo que debería resolverse hoy a más tardar. A casi un año de guerra, no parece que los vientos vayan a soplar por una tregua y la paz.