España se estrenará en los V Juegos Mundiales Nómadas de septiembre
09 oct 2024 . Actualizado a las 17:11 h.De los Juegos Olímpicos de París 2024 a otras olimpiadas con el lema «Encuentros en la gran estepa» en Kazajistán. Con ediciones anteriores en Kirguistán y Turquía, del 8 al 13 de septiembre se celebrarán en Astaná los V Juegos Mundiales Nómadas que aúnan algunos de lejanos antepasados y base de los modernos. Este rincón de Asia Central acogerá al resto del mundo bajo un paraguas de tres varillas: deporte, cultura y ciencia. De los alrededor de dos mil representantes de 89 países que competirán en 21 disciplinas, 97 se llevarán medalla. Se esperan unos cien mil turistas, que también visitarán la etnoaldea El universo de los nómadas, de unas diez hectáreas. Y España participará por primera vez.
El equipo español lo forman 24 personas dispuestas a darlo todo en cinco modalidades: caza con aves, tiro con arco, Power Nomad (nómada poderoso de fuerza, resistencia y habilidad), asyk (juego de tabas) y togyzkumalak (juego intelectual). Llenan su equipaje de emoción e ilusión por conseguir algún triunfo en esta gran cita, que pone en valor la diversidad étnico-cultural mundial en plena «era de la globalización», como vía para reforzar la «amistad, armonía y cooperación» entre pueblos, enfatiza la organización. Las categorías se dividirán en juegos populares, carreras ecuestres como las denominadas «planas» o ushkyr baige (de las «más prestigiosas y exigentes», con reses de pura sangre inglesa y diferentes distancias con jinetes admitidos a partir de 8 años) y otras competiciones a caballo que son espectaculares, artes marciales, lucha nacional, pruebas intelectuales, caza con cetrería, también muy llamativa, etcétera.
A la capital llegará «el hombre más fuerte de España». Joan Ferrer quiere «dejar el mundo rural español lo más arriba posible». Algunas de sus pruebas son levantamiento y traslado de piedras de 100 kilos y arrastre de carro de 200 kilos por el fango. Es uno de los miembros del equipo español, cuya configuración obligó a Zhannat Nurbaeva a ir puerta a puerta, club a club, buscando a los mejores. Esta kazaja nacionalizada en nuestro país es presidenta de la Asociación Casa Kazaja en España y entrenadora de togyzkumalak y asyk. «A ver si ganamos alguna medallita», sueña en alto mientras describe la vestimenta del grupo, alternativa al traje nacional que se pide en los World Nomad Games: «Decidimos llevar pantalón negro, camisa blanca, chaqueta tipo torero negra y fajín rojo. Los chicos, un tipo de una boina, y las chicas, claveles en el pelo. Y en la mano, la banderita española. Vamos a estar muy bien». Confía plenamente en su outfit identitario. Explica que el juego togyzkumalak «tiene 3.000 años de antigüedad y es patrimonio de la Unesco. Es un juego de cálculo y estrategia para mayores de 4 años. Es sencillo de aprender, pero, a la hora de jugar, es más difícil que el ajedrez». Se originó en la comunidad kazaja pastoril, su nombre significa «nueve capas de oveja» y ofrece múltiples beneficios neurológicos en la etapa infantil.
En caza con aves participarán cinco españoles, en Power Nomad dos, en asyk tres, en toguzkumalak cinco y otros tantos en arco (tres tiradores hombres y dos mujeres, más dos entrenadoras). La arquera María Martínez y sus compañeros pertenecen a la Sociedad Ibérica de Arquería Histórica (Siah), «que se dedica a fomentar y dar a conocer la arquería histórica, entendiéndola desde la prehistoria hasta el siglo pasado». La esencia es el uso de materiales naturales como madera, piedra, hueso y cuerda natural. Especifica que mientras que en países asiáticos «suelen disparar con pulgar un anillo, y la forma de tiro es distinta, el nuestro es el tiro mediterráneo, tirando con un dedo por encima de la flecha y dos por debajo». «En una de las pruebas —añade— se dispara a una diana turca, en forma de pera. Son pruebas a distancias muy largas, en este caso de 60 metros para mujeres y de 70 para hombres». «El arco —continúa Martínez— siempre ha estado presente en la historia de la humanidad. Las evidencias como tales aparecen en el Paleolítico Superior y, desde entonces, nos ha acompañado prácticamente hasta hace dos días, en todas sus variantes. La asociación trata de ponerlo en valor. Mientras en otros países de alrededor siempre se ha mantenido, en España lo perdimos al entrar en la Edad Media con mucha fuerza la ballesta». A su vez, le emociona poder conocer una cultura y gentes diferentes: «Nos apetece mucho ir».