Israel mata a 18 personas en Siria y dispara el temor a una guerra regional

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Un sirio herido tras el ataque israelí sobre Masyaf, en la provincia de Hama.
Un sirio herido tras el ataque israelí sobre Masyaf, en la provincia de Hama. Xinhua vía Europa Press | EUROPAPRESS

Algunas voces en Tel Aviv llaman a invadir el Líbano aunque «vayan tarde»

09 sep 2024 . Actualizado a las 21:23 h.

Los choques de Israel con los aliados de Irán se intensifican y ponen en alerta la región. Mientras Tel Aviv bombardeó ayer la provincia siria de Hama en un duro ataque y siguió golpeando a Hezbolá al otro lado de su frontera norte, los países árabes, la UE y ahora también Rusia intentan apagar los fuegos de una guerra regional que parece inevitable. Los rehenes de Hamás, mientras tanto, cuentan las que seguramente sean sus últimas horas, con las negociaciones de alto el fuego estancadas.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos recogió ayer una ola de ataques sobre la localidad de Masyaf, de vital importancia para la investigación químico-nuclear del régimen de Bachar al Asad, que dejó 18 muertos y una treintena de heridos. Las autoridades sirias esclarecieron posteriormente que cuatro civiles murieron en el bombardeo, que también afectó a zonas civiles en Samaká y Al Majd. En el vecino Líbano, el Ejército de Israel informó de que «durante la noche, aviones de combate y helicópteros atacaron edificios militares y una lanzadera de Hezbolá en las áreas de Kafarkila, Al Taiba, Hanin y Yarin», en el sur del país.

Mientras Tel Aviv se afana en golpear a las milicias proiraníes y a sus países aliados, el exministro del Gabinete de guerra israelí, Benny Gantz, animó al primer ministro, Benjamin Netanyahu, a lanzar una ofensiva sobre el Líbano. «Ha llegado la hora del norte, y de hecho ya llegamos tarde», dijo a la par que recordó que «el verdadero problema para nosotros no es Hamás; es Irán y todos sus representantes en la zona».

Pero la petición de Gantz topa con un muro, que es el del bloqueo de un alto el fuego y, en consecuencia, la más que probable muerte del alrededor del centenar de rehenes que quedan en manos del Movimiento de Resistencia Islámica en Gaza.

Rusia mueve ficha

El eco de la guerra en el Levante llegó hasta Moscú. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, apostó por el cese de las hostilidades. «Tiene que haber un alto el fuego inmediato y rápido, y no hay que olvidar que la raíz del problema es que este conflicto sigue sin resolverse después de 80 años, ya que no se permitió el establecimiento de un Estado palestino», recordó.

Mientras, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, que se encuentra de gira en el Líbano y Egipto, alertó de la escalada. «Tenemos que evitar que Gaza se convierta en una tierra sin ley ni orden, abandonada a las bandas, a la violencia de gente desesperada». El viernes, Madrid acogerá una cumbre de ministros árabes y europeos para discutir la paz a iniciativa de Arabia Saudí.

Jordania acude a las urnas para proyectar más estabilidad en una región en llamas

Redacción / Agencias

La población de Jordania está llamada este martes a las urnas para unas elecciones de las que saldrá la composición de la nueva Cámara Baja del Parlamento con el objetivo de arrojar una imagen de estabilidad y controlar la inseguridad latente en el país.

Los comicios están considerados además como un intento del monarca de mantener una imagen de estabilidad interna a pesar del conflicto en Oriente Próximo, en medio del riesgo de expansión de las hostilidades debido al aumento de las tensiones entre Israel e Irán, sin que los esfuerzos internacionales hayan derivado en un alto el fuego. Amán tendrá que hacer frente también al aumento de la influencia de la República Islámica y de sus grupos aliados en la región —Hezbolá, los hutíes de Yemen y las decenas de milicias proiraníes en Irak, con quien Jordania comparte frontera—, a lo que se suman los problemas fronterizos por el tráfico de drogas desde Siria.

A nivel interno, el conflicto en Gaza, que deja ya 41.000 palestinos muertos, ha sido uno de los caballos de batalla del Frente de Acción Islámica, brazo político del grupo opositor Hermanos Musulmanes, lo que ha llevado a las autoridades a mostrar mano dura con las protestas en el país.