Starmer sufre su segunda revuelta en el Parlamento tras dos meses en el Gobierno

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, da una conferencia en Brighton.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, da una conferencia en Brighton. Carlos Jasso | REUTERS

53 diputados laboristas votan en contra de la eliminación de una ayuda a los pensionistas para pagar las facturas de la calefacción en invierno

10 sep 2024 . Actualizado a las 20:14 h.

A dos meses de haber llegado al 10 de Downing Street tras una arrolladora victoria, el laborista Keir Starmer ha sufrido su segunda rebelión en el Parlamento. Y, como en la primera ocasión, las políticas sociales han sido la causa. 53 diputados oficialistas rechazaron ayer respaldar la decisión del Gobierno de suprimir el Winter fuel payment (las ayudas que los pensionistas de menores ingresos recibían para afrontar las facturas de la calefacción durante el invierno). Sin embargo, la controvertida medida salió adelante con el respaldo de 348 diputados frente a la oposición de 228.

El premier y su ministra de Economía, Rachel Reeves, defendían el recorte indicando que es necesario para afrontar el hueco de 20.000 millones de libras (23.692 millones de euros) heredado del anterior Ejecutivo tory. «Es lo correcto», dijo Reeves.

No obstante, durante la sesión en la Cámara de los Comunes se produjo un agrio debate y el Gobierno recibió acusaciones de poner en riesgo la vida de millones de pensionistas, varias de las cuales provinieron de sus propias filas. «Esto va en contra de todo en lo que creo», se quejó el laborista John McDonnell, quien en julio pasado también votó en contra de otra iniciativa del Ejecutivo y, por ello, fue suspendido durante seis meses. Este martes no dudó en votar con la oposición conservadora, porque «no había otra alternativa» y quería poder decirles a sus votantes que hizo «lo correcto».

Con los más desvalidos

La oposición conservadora presentó una moción en contra de la medida, que recibió el respaldo de toda la oposición y de algunos laboristas díscolos, paro no de todos. El grueso prefirió abstenerse.

El exministro de Trabajo, el tory Mel Stride, pidió a la mayoría laborista «mirar en su conciencia» y rechazar una acción que «afectaría a millones de personas vulnerables».

El llamamiento de Stride no sirvió para convencer a sus oponentes, ni para que los suyos lo respaldaran en la segunda votación para escoger a su nuevo líder. El exministro quedó eliminado al solo conseguir 16 votos. Fue el exsecretario de Estado de Inmigración, Robert Jenrick, quien volvió a ubicarse en el primer lugar con 33 sufragios.