El que fuera titular de Defensa sucede a Fumio Kishida, que renuncia después del escándalo de financiación del Partido Liberal Democrático
27 sep 2024 . Actualizado a las 12:41 h.La formación gobernante de Japón, el Partido Liberal Democrático (PLD), ha designado a Shigeru Ishiba como su nuevo líder. Por lo tanto, se espera que sea investido como nuevo primer ministro del país a efectos inmediatos el próximo martes en el Parlamento, dada la mayoría que posee la formación en el hemiciclo. Fumio Kishida renunció al cargo después de verse salpicado por los escándalos de financiación del PLD, destapados en diciembre y que dejó su popularidad por los suelos. Cuatro de sus compañeros de gabinete fueron sustituidos, pero la imagen pública de Kishida no pudo recuperarse de la tormenta política.
Así, el PLD, que lleva gobernando en Japón durante más de seis décadas, se ha visto obligado a dar un nuevo giro de timón. Se habían presentado nueve candidatos a unas elecciones internas celebradas este viernes. El ganador, Ishiba, se había postulado cuatro veces anteriormente, y nunca había resultado ganador. El exministro de Defensa había estado muy cerca en el 2012, pero perdió contra Shinzo Abe, asesinado en el 2022 y que se convirtió en el hombre con más años en el cargo.
Ishiba asume el cargo con varios frentes abiertos. Uno de ellos es la política exterior, con unas relaciones cada vez más frías y tensionadas con China y Rusia. Kishida decidió durante su mandato redoblar los recursos en defensa militar y estrechar aún más los lazos con Estados Unidos, potencia con la que mantiene una fuerte alianza.
Por otra parte, tendrá que lidiar con el estancamiento económico. Japón entró en recesión en febrero y dejó de ser la tercera economía mundial. Una de las razones, tal y como muchos expertos explican, es la debilidad del yen frente al dólar. Comparando ambas divisas, la nipona se devaluó un 9 % durante el 2023 frente a la moneda norteamericana.
Pero si en algo ha hecho hincapié el Partido Liberal Democrático en los últimos tiempos es en el problema del envejecimiento de la población. Casi un tercio de los japoneses tiene 65 años o más. Existe mucha preocupación al respecto, ya que, además, si se juntan la baja tasa de nacimientos y la gran esperanza de vida, el resultado es una sociedad con posibilidades de colapsar debido a que las cotizaciones de los trabajadores no puedan mantener a sus mayores.