La oposición invita a Maduro a negociar tras ratificar el Centro Carter su derrota

La Voz REDACCIÓN

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La asesora principal para América Latina del Centro Carter, Jennie Lincoin, muestra un acta de las elecciones presidenciales en Venezuela
La asesora principal para América Latina del Centro Carter, Jennie Lincoin, muestra un acta de las elecciones presidenciales en Venezuela Lenin Nolly | EFE

«No nos importa lo que digan», zanjó el ministro del Interior, Diosdado Cabello

03 oct 2024 . Actualizado a las 22:03 h.

La victoria del opositor venezolano Edmundo González en las elecciones del 28J ya es casi indudable. La asesora del Centro Carter para Latinoamérica y el Caribe, Jennie Lincoln, mostró el miércoles ante la Organización de Estados Americanos (OEA) unas supuestas actas que la demuestran. La entidad, fundada en 1982 por el expresidente estadounidense Jimmy Carter, está especializada en observación electoral y fue el único organismo independiente presente en los comicios del país sudamericano, junto a una delegación de la ONU.

«Se trata de actas originales de Venezuela, que tienen un código QR [...] que permite a los testigos de miles y miles de mesas recabar información», señaló Lincoln a los representantes diplomáticos latinoamericanos.

El Gobierno de Nicolás Maduro, sin embargo, ha acogido con desdén esta nueva evidencia: «No nos importa lo que diga la OEA, no nos importa lo que diga esta señora del Centro Carter», zanjó el ministro del Interior, Diosdado Cabello, en su programa televisivo Con el mazo dando.

«El mundo sabe lo que pasó»

«El mundo sabe lo que pasó el 28 de julio», publicó la líder de la oposición, María Corina Machado, en un mensaje en X. Además, en una carta pública firmada por ella y todo su partido, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), han rechazado la invitación del Gobierno a negociar una salida política a la honda crisis que atraviesa el país, al considerar que se trata solo de «un ejercicio de propaganda sin agenda, sin reglas, sin locación», y han emplazado al chavismo a acordar los «términos de una negociación seria».

«No hace falta que vengan»

El presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) chavista, Jorge Rodríguez, se había anticipado a la previsible respuesta de la PUD. Había señalado, al hacer la convocatoria, que «el que no quiera venir, no hace falta», además de recalcar que deben reformularse las leyes para «no permitir que nunca más un ladrón, un tránsfuga, un apátrida, un violento, un fascista... vuelva a ser candidato absolutamente a ningún cargo de elección popular».

Machado y González, en cambio, señalan que «la revisión de las leyes electorales no es el problema, sino el acatamiento de las normas». Al menos, eso destaca el documento de diez puntos que fue aprobado unánimemente por los partidos que componen la Plataforma Unitaria, casi todos ilegalizados para el ejercicio de la política por el Tribunal Supremo de Justicia.

Por su parte, Josep Borrell, alto comisionado de la UE para las Relaciones Exteriores, alegó que la presentación de las actas en la OEA «reafirma la posición del bloque de no reconocer los resultados» de las elecciones venezolanas. «Estas actas [...] reflejan que Maduro no ganó las elecciones, sino que las ganó el líder opositor hoy refugiado en España [González]».

Cabello, volvió a cargar contra el centro Carter, señalando que su informe «estaba hecho antes de que llegaran a Venezuela», y añadiendo que «aquí el pueblo decidió y el 10 de enero acompañará a su presidente Nicolás Maduro a su toma de posesión».

Acusan al alcalde de Maracaibo de «corrupción»

La Fiscalía venezolana, liderada por el chavista Tarek William Saab, anunció que la detención el miércoles del alcalde de Maracaibo, Rafael Ramírez, obedece a la presunta comisión de «graves hechos de corrupción», con base en «suficientes elementos de convicción y fehacientes pruebas». La mujer de Ramírez, Vanessa Linares, envió un mensaje en redes, señalando que al alcalde «se le cobra ser un líder emergente exitoso» y que «ha recuperado Maracaibo [una de las ciudades más castigadas por los apagones en Venezuela] con un presupuesto ridículo».