El expresidente siguió manteniendo contacto con su homólogo ruso tras dejar la Casa Blanca en el 2021, según recoge en su último libro Bob Woodward
08 oct 2024 . Actualizado a las 21:20 h.El expresidente Donald Trump envió test de covid al presidente ruso Vladimir Putin para su uso personal mientras el coronavirus asolaba el mundo en el año 2020, según revela un libro del veterano periodista Bob Woodward, uno de los descubridores del escándalo Watergate. Así lo asegura The Washington Post en un artículo en el que se adelantan partes del libro War, que se publicará el 15 de octubre.
Según Woodward, Putin, aterrorizado por el virus, aceptó los suministros, pero se esforzó por evitar repercusiones políticas, no para él, sino para su homólogo estadounidense. Le advirtió a Trump que no revelara que había enviado el escaso equipo médico a Moscú. Putin, según el libro, le dijo a Trump: «No quiero que se lo digas a nadie porque la gente se enojará contigo, no conmigo».
Cuatro años después, la relación personal entre Putin y el candidato a la presidencia por el Partido Republicano ha cambiado, aunque, según Woodward, han mantenido el contacto durante estos años. Así, a principios del 2024 el expresidente ordenó a un asistente que se alejara de su oficina en Mar-a-Lago, su club privado y residencia de Florida, para poder realizar una llamada telefónica privada con el líder ruso. El asistente anónimo de Trump citado en el libro indica que el expresidente puede haber hablado con Putin hasta siete veces desde que dejó la Casa Blanca en el 2021.
Estas interacciones entre el estadounidense y el ruso, inmerso desde hace más de dos años en una guerra contra Ucrania, hacen concluir a Woodward que Trump es peor que Richard Nixon, cuya presidencia fue deshecha por el escándalo de Watergate expuesto hace medio siglo por Woodward y su colega del Washington Post, Carl Bernstein.
«Trump fue el presidente más imprudente e impulsivo de la historia estadounidense y está demostrando el mismo carácter como candidato presidencial en el 2024», apunta.
El republicano es una de las figuras más críticas con la ayuda prestada por Estados Unidos a Ucrania ya que cree que las naciones europeas son quienes deberían pagar más los costes del conflicto y su visión es que los dos países negocien, en lugar de esperar a que Vladimir Putin termine derrotado. Si gana las elecciones, ha afirmado, está dispuesto a trabajar en un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania.