Albares exige «respeto» ante los ataques al rey Felipe VI y la monarquía
10 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Nuevo capítulo en las ya deterioradas relaciones diplomáticas entre Caracas y Madrid. La madrugada del miércoles (hora española), la Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por el chavismo, cumplió sus amenazas e instó oficialmente a Nicolás Maduro a romper relaciones diplomáticas y comerciales con España. El texto, fruto de un acuerdo anunciado hace dos semanas, se produjo como represalia a la decisión adoptada en el Congreso de Diputados hace un mes para reconocer al líder opositor Edmundo González Urrutia —que se encuentra exiliado en Madrid— como «legítimo» ganador de las elecciones venezolanas del pasado 28 de julio. Una decisión que el Parlamento del país latinoamericano considera «grosera e injerencista» y que, en principio, no tendrá consecuencias directas más allá de la mera amenaza diplomática.
En un incendiario discurso pronunciado poco antes de tomar la decisión, el presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez, había advertido que «la paciencia» de su país «tiene un límite». «Y el límite preciso es aquel en el que excederse de esos límites implica afectar nuestra soberanía y nuestra independencia», añadió.
Rodríguez, que junto a su hermana Delcy (vicepresidenta y ministra del Petróleo) trató de coaccionar a González Urrutia cuando este se encontraba refugiado en la Embajada de España en Caracas, cargó también contra Felipe VI y la corona. En concreto, pidió la abolición de la monarquía española, a la que acusó de no servir «para otra cosa que no sea para la corrupción», en respuesta a la actitud «[de nuevo] injerencista del Congreso español».
Españoles detenidos
«¿Quién les ha dado a ellos condición de ser una especie de gendarmes? Pronto se va a saber la participación de representantes del Estado español en actos violatorios de la paz de la República Bolivariana de Venezuela, actos de conspiración. Dos señores haciendo turismo en Atabapo», expresó en relación a José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, los dos bilbaínos de 35 y 32 años, respectivamente, detenidos por el régimen de Nicolás Maduro por un supuesto complot para «sembrar el caos» en el país sudamericano. España sigue negando que ambos formen parte del CNI o de algún otro servicio secreto nacional, una vez que Venezuela confirmó, dos semanas más tarde de anunciar su detención, las identidades y los cargos que se imputan a ambos.
Rodríguez también cargó contra el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, a quien tildó de «imbécil» por «meterse» en los asuntos venezolanos. Estas palabras fueron rechazadas tajantemente por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que considera «inaceptables» las críticas formuladas contra el rey y la monarquía desde la Asamblea Nacional venezolana y exigió «respeto», tal y como manifestó durante una rueda de prensa en Madrid.