La guerra entre Musk y MAGA destapa la fractura sobre el plan migratorio en el círculo de Trump

R. P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Elon Musk, en el Capitolio el pasado 5 de diciembre.
Elon Musk, en el Capitolio el pasado 5 de diciembre. Benoit Tessier | REUTERS

Los ejecutivos de Silicon Valley quieren mantener una visa especial, pese a las críticas de la base nacionalista del movimiento trumpista

28 dic 2024 . Actualizado a las 18:40 h.

La guerra abierta entre Elon Musk y los partidarios del movimiento MAGA (Make America Great Again) sobre cómo ejecutar el plan antinmigración trumpista ha puesto de relieve la fractura entre los ejecutivos de las tecnologías de Silicon Valley afines a Donald Trump y la base nacionalista radical que sustenta al próximo presidente de EE.UU.

El centro de la discrepancia son las visas H1-B, que permiten a las empresas contratar a trabajadores extranjeros cualificados, un programa vital para Silicon Valley.

La polémica se extendió por toda la red X después de que la activista de extrema derecha Laura Loomer criticara esta semana la decisión de Trump de nombrar a Sriram Krishnan, un empresario tecnológico nacido en la India, como asesor sobre Inteligencia Artificial, según informa The Washington Post. Loomer se indignó por el apoyo de Krishnan a la eliminación de algunos límites a las green card (que permiten residir y trabajar en Estados Unidos) y a facilitar la llegada de extranjeros cualificados. Esa iniciativa está «en oposición directa» a la agenda contra la inmigración de Trump, escribió la ultraderechista. Tras sus mensajes Loomer acusó a Musk de censurar su cuenta X y de perder su estado verificado. 

La visa H-1B

En contra de Krishnan se movilizaron en las redes Elon Musk y Vivek Ramaswamy, elegidos por Trump para dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de su nueva Administración. Ambos defienden a las empresas que utilizan las visas H-1B, entre las que se encuentran las del propio Musk, ya dependen de dichos contratados extranjeros para operar.

Ramaswamy sostuvo que la cultura estadounidense no produce suficientes trabajadores cualificados para sustentar a empresas de vanguardia. «La ‘‘normalidad'' no es suficiente en un mercado global hipercompetitivo para el talento técnico», escribió en X. «Y si pretendemos que sí lo sea, China nos dará una paliza», añadió.

Igual mensaje lanzó Musk, que alguna vez tuvo una visa H-1B y que además la utilizado para contratar a miles de empleados de Tesla. El multimillonario dijo que reclutar trabajadores extranjeros es una forma crucial para que las empresas de tecnología obtengan el mejor talento en ingeniería para competir a nivel mundial.

Estos mensajes irritaron a algunos de los más leales a Trump que esperan que su Administración reprima la inmigración y promueva la mano de obra estadounidense. Destacados republicanos, entre ellos la ex candidata presidencial Nikki Haley, defendieron la postura de Loomer. «Si la industria tecnológica necesita trabajadores, inviertan en nuestro sistema educativo», escribió en X el viernes. A las críticas se unió Matt Gaetz, que resignó a ser nuevo fiscal general de EE.UU. por un escándalo sexual.

La disputa refleja los desafíos que afrontará Trump para mantener unida la delicada coalición política que le llevó a la Casa Blanca, que incluyó niveles sin precedentes de apoyo financiero de Musk y de otros multimillonarios de Silicon Valley.