Mozambique inviste a Daniel Chapo entre violentas protestas y sin el reconocimiento de la oposición

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Los partidarios del miembro de la oposición Venancio Mondlane protestan durante la toma de posesión del líder del partido gobernante Frelimo, Daniel Chapo, como nuevo presidente electo de Mozambique en Maputo, Mozambique.
Los partidarios del miembro de la oposición Venancio Mondlane protestan durante la toma de posesión del líder del partido gobernante Frelimo, Daniel Chapo, como nuevo presidente electo de Mozambique en Maputo, Mozambique. Stringer | REUTERS

Más de 300 personas han muerto en la represión policial posterior a los comicios.

16 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Maputo acogió este miércoles la investidura del nuevo presidente mozambiqueño, Daniel Chapo (48 años), blindada de policía. Mientras el candidato de Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo) recibía los «símbolos de poder», a primera hora de la mañana, distintas oenegés apuntaban ya a ocho nuevas víctimas mortales, causadas por disparos de la policía en unas protestas que se prolongan desde las elecciones del 9 de octubre. En total, se estima que más de 300 personas han perdido la vida en actos de represión, que alcanzaron un pico el 21 de octubre y han vuelto a recrudecerse esta semana.

Fue el lunes cuando comenzó la décima legislatura del Parlamento, en una sesión boicoteada por dos partidos de la oposición que no reconocen el resultado de los comicios. Según el conteo oficial, Chapo obtuvo el 65,17 % de los votos, lo que permite a Frelimo continuar en el poder ininterrumpidamente desde que Mozambique proclamó su independencia de Portugal en 1975. El segundo candidato más votado fue, con un 24,19 % de votos, Venâncio Mondlane, que asegura que las elecciones no son limpias y ha instigado las protestas.

«Escuchamos vuestras voces antes y durante las manifestaciones y seguiremos escuchándolas incluso cuando haya estabilidad. Quiero hablar con el corazón abierto de lo que está ocurriendo en nuestro país y de lo que pretendemos hacer juntos para resolver estos desafíos», dijo Chapo en su discurso, prometiendo unificar el país.

Varios policías patrullan el área cercana a la avenida de la Independencia de Maputo, donde tuvo lugar este miércoles la investidura de Daniel Chapo como presidente de Mozambique.
Varios policías patrullan el área cercana a la avenida de la Independencia de Maputo, donde tuvo lugar este miércoles la investidura de Daniel Chapo como presidente de Mozambique. ESTEVAO CHAVISSO | EFE

Mozambique vive uno de los momentos más críticos desde el fin de su guerra civil, en 1992, algo que va mucho más allá de las sospechas de fraude electoral. Después de una década de profundo estancamiento económico y social, el país se encuentra severamente endeudado y apenas logra afrontar sus pagos, ahogado por la corrupción, por una tasa de paro cercana al 40 % en la capital y por el elevado gasto destinado a apaciguar el conflicto armado en la provincia de Cabo Delgado. La figura de Chapo no es la más consensual, tras surgir de una lucha entre distintas facciones de su partido, que desestimó al candidato propuesto por su predecesor.

No es menos significativo el poco reconocimiento internacional. En una ceremonia con 2500 invitados, solo dos eran jefes de Estado: el presidente de la vecina Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; y el de Guinea-Bisáu, Umaro Sissoco Embaló. También acudieron varios representantes de naciones africanas y el ministro de exteriores portugués, Paulo Rangel, que a última hora fue enviado en lugar del presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa. La ausencia del jefe de Estado luso, que se limitó a enviar una nota destacando la «importancia del diálogo democrático», delata la cautela de Portugal a la hora de reconocer los resultados.