Bayrou da hasta final de mayo a sindicatos y patronal para llegar a un acuerdo sobre las pensiones

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Bayrou, este viernes después de la reunión con sindicatos y patronal.
Bayrou, este viernes después de la reunión con sindicatos y patronal. Sarah Meyssonnier | REUTERS

El resultado de la negociación determinará el futuro del Gobierno

17 ene 2025 . Actualizado a las 22:33 h.

El primer ministro francés, François Bayrou, lanzó este viernes un proceso de conversaciones en el que sindicatos y patronal van a poder negociar hasta finales de mayo sobre la financiación de las pensiones, con la posibilidad, al menos teórica, de modificar la contestada reforma del 2023. «Es inimaginable que este tema tan importante para la sociedad francesa se resuelva con una prueba de fuerza», señaló en declaraciones a la prensa Bayrou, al término del encuentro de dos horas en el que, frente a los interlocutores sociales, estuvo flanqueado por los ministros de Economía, Trabajo y Función Pública.

El primer ministro dijo haber asistido a «una reunión muy interesante» y, a su parecer, «muy alentadora», porque todos los participantes mostraron su voluntad de que el procedimiento dé resultados, aunque «ninguno ha dicho que vaya a ser fácil». Explicó que ha pedido al presidente del Tribunal de Cuentas, Pierre Moscovici, que prepare un informe para el 19 de febrero sobre la situación del sistema de pensiones y sus necesidades de financiación, que servirá como base para las discusiones.

Luego, añadió, las partes tendrán tres meses «hasta finales de mayo», aunque si consideran que necesitan unos días más ese plazo se podría ampliar. Aunque no facilitó muchos detalles, dio a entender que lo que ha pedido al Tribunal de Cuentas es que ofrezca un sistema para el conjunto de las pensiones, y no solo para las del sector privado, una cuestión controvertida de cara a la cuantificación del déficit.

Un sistema por puntos

Bayrou recordó que personalmente sería favorable a la puesta en marcha de un sistema de pensiones por acumulación de puntos, que determinarían el montante de la pensión, pero insistió en que son los interlocutores sociales los que deben pronunciarse. En cualquier caso, dijo que cree que «es la solución que algún día se impondrá», en particular porque es la que ofrece más flexibilidad. Esta concertación es, sobre todo, una concesión hecha por Bayrou al Partido Socialista para que el jueves decidiera no votar la moción de censura contra él que sí apoyaron los otros partidos de izquierda, y que finalmente no prosperó.

En todo caso, el primer ministro no cedió a la demanda socialista de que las negociaciones vayan precedidas de la suspensión de la controvertida reforma del 2023, que retrasa la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, contra la que están todos los sindicatos y que fue adoptada sin voto del Parlamento.

Bayrou solo derogará esa reforma si hay un acuerdo de sindicatos y patronal para hacerlo que implique una solución de financiación alternativa y, en caso contrario, se mantendrá. Marilyse Léon, secretaria general de la CFDT, el primer sindicato del país, más allá de recordar que querrían la vuelta a los 62 años, se mostró implícitamente dispuesta a ceder y mantener los 64 años, pero si se consiguieran avances en otros puntos, y señaló en particular el reconocimiento de los trabajos penosos o abordar las desigualdades entre hombres y mujeres.

Sobre esas cuestiones, Léon dijo que está a la espera de ver qué proponen los demás y «qué esfuerzos está dispuesta a hacer la patronal». La responsable de la Confederación Francesa del Trabajo (CFDT) avisó de que el recurso a los fondos de pensiones no está «en absoluto» entre las soluciones que su sindicato baraja para solucionar la financiación de las pensiones, en respuesta a una de las sugerencias que han lanzado las organizaciones empresariales.

La secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, consideró por su parte que es «indispensable» dar marcha atrás al retraso de la edad mínima de jubilación a 64 años y también se pronunció en contra de cualquier intento de introducir alguna dosis de capitalización privada en el sistema de pensiones.

Binet, que está al frente del segundo mayor sindicato del país y más radical que la CFDT, dijo haber constatado «la amplitud de los desacuerdos» con la patronal y que el Movimiento de Empresas de Francia (Medef) insistió en que no quiere modificar la reforma del 2023.