O falar non ten cancelas

David Mosteiro CONTROLADOR AÉREO

INTERNACIONAL

Vista de la torre de control desde el exterior del aeropuerto Ronald Reagan de Washington
Vista de la torre de control desde el exterior del aeropuerto Ronald Reagan de Washington Eduardo Munoz | REUTERS

31 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El del 29 de enero es el primer accidente de una aeronave comercial en Estados Unidos desde el 2009. Un avión CRJ (modelo muy común en España operado mayormente por Air Nostrum) de American Airlines colisionó con un helicóptero militar sobre el río Potomac al realizar una aproximación visual nocturna al aeropuerto Ronald Reagan de Washington. El choque se produjo a solo 60 metros de altura sobre el río, cayendo ambos aparatos a las heladas aguas del Potomac. No hay supervivientes.

Según la información disponible, el CRJ estaba realizando un tramo de aproximación visual a la pista 33, tras haberse acercado al aeropuerto siguiendo el sistema instrumental de aterrizaje a la pista 01. Esto significaba que la carga de trabajo en cabina seguramente era lo suficientemente alta para que no se percataran de la presencia del helicóptero. Además, las luces de la ciudad hacen aún más difícil la percepción de las luces de navegación de las aeronaves y dado que era noche cerrada es virtualmente imposible discernir la posición relativa de dos aeronaves desde la torre. Por las grabaciones disponibles se infiere que las dos aeronaves se encontraban en frecuencias de control diferentes y que los controladores preguntaron al piloto del helicóptero si tenía al avión de American Airlines a la vista, tras lo cual fue autorizado a cruzar detrás del CRJ manteniendo separación visual. No consta que el CRJ fuera informado de la presencia del helicóptero. Se puede especular con la falta de conciencia situacional del piloto del helicóptero y que este no tuviera claro de que avión se tenía que separar. En ese momento había numerosos aviones llegando y saliendo en el área.

Con todo ello, el presidente Trump ha sido, como es habitual en él, rápido y contundente en su escueto análisis. Culpando indirectamente a los controladores de no haber evitado el accidente.

Sin entrar a valorar la falta de prudencia habitual en Donald Trump, lo que está claro para cualquier persona que conozca mínimamente cómo funcionan las investigaciones de accidentes en el mundo de la aviación es que estas se manejan con rigor y sobre todo no se hacen buscando culpables.

La FAA (Federal Aviation Administration) será el organismo federal encargado de investigar este suceso, siempre y cuando la administración no corte su financiación, como ha amagado recientemente el temerario presidente de los Estados Unidos.

Aunque es bastante probable que el fallo humano esté implicado en este accidente, cabe recordar que la gran mayoría de los accidentes aéreos se producen por una concatenación de causas y circunstancias.

Las investigaciones de accidentes aéreos se hacen con la finalidad de emitir un informe final del que emanen recomendaciones o cambios de procedimientos con el fin de evitar accidentes semejantes en el futuro. Esto es, el fin último de dicha investigación es aprender de los errores para mejorar sin buscar culpables….

De eso ya se encargan otros.