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Rusia condiciona la tregua en el mar Negro al levantamiento de las sanciones agrícolas

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN /LA VOZ

INTERNACIONAL

Mientras Zelenski (izquierda) señaló que aún es pronto para saber si los acuerdos alcanzados se cumplen, Putin (derecha) se mantuvo en silencio,
Mientras Zelenski (izquierda) señaló que aún es pronto para saber si los acuerdos alcanzados se cumplen, Putin (derecha) se mantuvo en silencio, Efe

El acuerdo anunciado por EE.UU. también incluye el cese de los ataques a las infraestructuras

26 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los tres días de negociaciones a tres bandas en Arabia Saudí han dado los primeros resultados como se apresuró a anunciar este martes la Administración Trump: el acuerdo entre Ucrania y Rusia para un alto el fuego en el mar Negro y cerrar el cese de los ataques a las infraestructuras energéticas. Un primer paso significativo hacia el fin de la guerra que demanda Donald Trump, pero aún muy lejos de materializarse, ya que ni tan siquiera está claro cómo ni cuándo se implementará esta tregua parcial.

Tanto Ucrania como Rusia confirmaron el acuerdo para «garantizar una navegación segura, eliminar el uso de la fuerza y evitar el uso de buques comerciales con fines militares en el mar Negro». Pero Moscú ya ha puesto sus condiciones para ello: el levantamiento de las sanciones occidentales impuestas al sector agrícola ruso.

Entre ellas figura la reconexión al Swift del banco agrícola ruso, Rosseljozbank, y de otras entidades financieras similares; el levantamiento de sanciones a los suministros de repuestos y equipamiento para la maquinaria agrícola y el desbloqueo del servicio portuario a barcos mercantes con alimentos y fertilizantes rusos. Una nota oficial del Kremlin detalla además la necesidad de levantar las restricciones a las operaciones financieras vinculadas al comercio, a las compañías que producen y comercializan alimentos y fertilizantes, y también a las aseguradoras que operen en ese sector.

Estados Unidos emitió dos comunicados separados sobre el acuerdo. En el referido a Rusia, la Casa Blanca se muestra de acuerdo con algunas de las condiciones del Kremlin, así se compromete a ayudar a restablecer su acceso «al mercado mundial de exportaciones agrícolas y de fertilizantes», así como facilitar su entrada a puertos y a sistemas de pago para esas transacciones.

La tregua del 2022 al 2023

El acuerdo supone la reanudación de la llamada Iniciativa del mar Negro, la tregua marítima que estuvo en vigor entre junio del 2022 y julio del 2023 y que permitió la exportación de millones de toneladas de cereales ruso y ucraniano por rutas seguras.

A pesar del acuerdo, la desconfianza entre lo dos bandos es clara. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, exigió a Kiev «garantías claras» para un cese de las hostilidades en el mar Negro, que, según él, «solo pueden ser resultado de una orden de Washington a Zelenski». «No podemos fiarnos de la palabra de esa persona», dijo, en alusión al presidente ucraniano.

Zelenski, por su parte, calificó de «pasos correctos» los acuerdos alcanzados en Arabia Saudí, aunque también añadió que «es demasiado pronto para saber si funcionarán».

En el comunicado sobre Ucrania, la Administración Trump se compromete a «ayudar a lograr el intercambio de prisioneros de guerra, la liberación de civiles y el regreso de los niños ucranianos transferidos a la fuerza».

El Kremlin anunció a última hora que ya ha cerrado con EE.UU. la lista de infraestructuras energéticas que entran en la tregua, que van desde centrales eléctricas a gasoductos. Pero Zelenski tiene su propia lista y quiere incluir otras infraestructuras civiles.

Las instalaciones energéticas han sido objetivo de ambos bandos. Moscú ha bombardeado la red eléctrica ucraniana para minar la moral de los civiles y frenar su maquinaria bélica, mientras Kiev ha atacado repetidamente las instalaciones petroleras rusas para intentar frenar los ingresos que financia las operaciones militares enemigas.

En medio de los anuncios de acuerdo, Rusia descartó la entrega de la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por su Ejército desde marzo del 2022, ya sea a Estados Unidos o a Ucrania. «El retorno de la central al sector nuclear ruso es un hecho consumado que la comunidad internacional deberá reconocer. La entrega de las instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia o del control sobre ella a Ucrania o a cualquier otro país son imposibles», afirmó el Ministerio de Exteriores ruso en reacción a informaciones dela prensa internacional.