
Nueve de cada diez personas respiran aire contaminado, según un informe de la Organización Mundial de la Salud
02 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La Organización Mundial de la Salud publicó recientemente un informe sobre la calidad del aire de nuestro planeta. Indica que el 92 % de la población mundial, es decir ¡9 de cada 10 personas!, respira aire contaminado. El problema es que podemos depurar el agua que vamos a beber y elegir los alimentos que nos llevamos a la boca, pero no tenemos aún instalaciones para limpiar el aire que nos rodea y que necesitamos para respirar. En el estudio destacan que este tipo de contaminación está produciendo millones de muertes prematuras, tanto en ciudades como en zonas rurales. Y, de hecho, estiman que unos 6,5 millones de personas en el mundo mueren antes de tiempo por haber estado respirando aire sucio. Dedican especial atención a las partículas microscópicas contaminantes más pequeñas, pues a ellas atribuyen diversos cánceres y enfermedades cardíacas y pulmonares, que serían responsables de acelerar la muerte de muchas personas. Las zonas más castigadas por esta contaminación se localizan fundamentalmente en Sudamérica, junto al Mediterráneo oriental y hacia el sur de Asia; son ciudades como México, Buenos Aires, El Cairo o Pekín.
CALIDAD DEL AIRE
El aire es una mezcla de gas de nitrógeno y de oxígeno; entre ambos suman el 99 % de su contenido. El resto está ocupado por otros gases como el ozono, el hidrógeno o el dióxido de carbono. También contiene los producidos por la actividad humana (industrias, vehículos, calefacción, etcétera), aunque en cantidades menores; son contaminantes como el monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre. Además de gases, el aire mantiene en suspensión (flotando) una gran cantidad de partículas minúsculas. Algunas tienen origen natural, como el polvo, la sal, la arena o las esporas vegetales y de hongos, pero otras proceden también de la actividad humana (un ejemplo es el hollín).
La mala calidad del aire está ligada a la presencia de gases como el dióxido de nitrógeno, el dióxido de azufre y el ozono, pero también a la cantidad de partículas microscópicas que contenga. Los principales gases contaminantes se producen al quemarse combustibles fósiles en vehículos de motor, calefacciones y centrales térmicas (para generar electricidad). Su presencia en el aire que respiramos provoca o agrava irritaciones oculares y respiratorias, asma, bronquitis y cardiopatías.
El ozono es un gas indispensable para la vida, pues actúa como escudo protector que, situado en la alta atmósfera, protege frente a la radiación ultravioleta. Pero su presencia cerca del suelo se considera muy contaminante (es uno de los principales componentes de la llamada niebla tóxica). A este nivel se origina cuando la luz incide sobre algunas sustancias contaminantes y provoca su transformación. Su presencia también está asociada a problemas respiratorios y cardíacos.
Polvo que contamina
La mayor parte de estas partículas microscópicas contaminantes están formadas por sustancias derivadas del azufre (como sulfatos), del nitrógeno (diferentes nitratos) y del carbono (en este caso forman el conocido hollín). En muchas lugares se pueden descubrir al acumularse sobre edificios y otros elementos urbanos, oscureciendo su apariencia (paredes, hojas de plantas, etcétera). Los análisis que se realizan para detectarlas se fijan especialmente en las de menor tamaño, las llamadas PM10 y PM2,5, cuya denominación alude a su diámetro expresado en milésimas de milímetro (micras). Son las más peligrosas, pues a consecuencia de su pequeño tamaño pueden penetrar con facilidad en los pulmones y llegar hasta la sangre. Respecto a ellas, la OMS recomienda no superar respectivamente, como media anual, cantidades de 20 y 10 microgramos por metro cúbico de aire. Y, al día, acepta hasta picos de 50 microgramos para las PM10 y de 25 para las PM2,5. En ciudades como Pekín, sin embargo, han llegado a sobrepasar los ¡700 microgramos! para las más pequeñas (PM2,5). En muchos lugares de los países en vías de desarrollo el principal origen de esta contaminación está en del uso de cocinas y calefacciones que utilizan combustibles como la leña y el carbón.
En Europa, cuyas ciudades suelen cumplir las directrices de la OMS, se calcula que, aun así, la exposición a estas partículas reduce la esperanza de vida en unos 8,6 meses. Un informe del 2012 sobre España, por ejemplo, recordaba que la calidad del aire en nuestro país fue culpable unas siete muertes por cada 100.000 habitantes (similar al de EE. UU., pero mucho mayor que el 0,2 de Suecia). Una de los principales fuentes de este tipo de partículas en Europa son los vehículos de motor, pues una gran parte de ellos utilizan diésel como combustible. Localmente, también las descargas que se realizan en los puertos pueden actuar como fuente contaminante.
Actividades
Cómo mejorar el aire de las ciudades
Haz una lista de lo que se podría hacer para mejorar el aire de las ciudades. Una pista: hace aproximadamente un año en la ciudad holandesa de Rotterdam se instaló una torre de siete metros de altura. Es un enorme depurador, el primero del mundo de este tipo, cuyo objetivo es limpiar el aire de la ciudad. La instalación incluye un sistema de ventilación que aspira el aire y lo filtra al pasar por su interior, donde quedan retenidas las partículas menores de 15 micras. Es interesante saber algo más sobre ella: (goo.gl/p69tiF)
Descubre la calidad del aire en ciudades gallegas
Meteogalicia ofrece datos en tiempo real sobre diferentes agentes contaminantes. Recuerda las cantidades que recomienda no superar la OMS y compáralas con las que podrás conocer en esta web sobre las principales ciudades gallegas: (goo.gl/6Iqcnc)