
En la zona de Monforte se analizan cada año quinientas muestras de sacrificios domésticos, pero la cifra real es mucho más amplia La tradición de las matanzas caseras no decae en las comarcas del sur lucense, pese a que las actuales circunstancias no favorecen demasiado la conservación de esta costumbre. Las autoridades sanitarias analizan cada año medio millar de muestras de cerdos sacrificados en matanzas domésticas, pero la cifra real es probablemente mucho mayor, ya que estos análisis son de carácter voluntario. La importancia social de esta costumbre hace que muchos vecinos se muestren reacios a llevar los cerdos al matadero homologado y prefieran seguir celebrando este arraigado festejo en su casa, con parientes y allegados.
15 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.El proceso de despoblación y envejecimiento demográfico que sufren casi todas las localidades rurales de la zona no deja de poner obstáculos para la supervivencia de esta tradición. Lógicamente, las matanzas se reducen a medida que va disminuyendo el número de vecinos, pero la situación trae además otros problemas. Cada vez se hace más difícil encontrar no sólo personas experimentadas para ejecutar el sacrificio del cerdo al modo tradicional, sino también colaboradores con suficiente fuerza física para agarrar al cerdo, ya que hoy en día la gente joven escasea en el medio rural. No obstante, la costumbre todavía se mantiene bien viva, aunque es difícil saber en qué proporción. Cuantificar el número de matanzas domiciliarias que se llevan a cabo hoy en día en la zona es prácticamente imposible. En la actualidad no es necesario obtener ningún tipo de permiso para realizar esta tarea y cualquier vecino puede sacrificar cerdos en su casa en cualquier momento, siempre que el destino de la carne sea exclusivamente el consumo doméstico. Los servicios oficiales de la Consellería de Sanidade analizan cada año entre 400 y 500 muestras procedentes de las matanzas caseras en la zona de Monforte, pero la estadística sólo puede dar una idea muy aproximada del volumen real que tiene actualmente esta actividad. Hay que tener en cuenta que estos análisis parasitológicos son voluntarios y que también pueden efectuarlos los veterinarios privados, los cuales no tienen que dar parte de estos reconocimientos a las autoridades sanitarias. Cabe suponer, pues, que el número de matanzas es notablemente mayor.