El ganado caballar y las semillas de cereal garantizan la tradición del ferial de Gontán
LEMOS
El mal tiempo deslució en parte la celebración, a la que también acudieron vendedores de Asturias Las castañas fueron uno de los productos estrella y el kilo se vendió a un euro
01 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.Como cualquier primer sábado del mes de noviembre, Gontán (Abadín) volvió a convertirse en lugar de transacciones ganaderas y de otro tipo de productos. La tradición de la feria de Santos arrastra público a este certamen en el que la venta de ganado caballar supera a la de otras reses, si bien el vacuno tuvo una importante representación en el ferial. No faltaron compradores ni vendedores gallegos y asturianos, sabios a la hora de regatear precios. A falta de datos oficiales de venta de ganado, los potros de monte se vendieron entre 90 y 120 euros; mientras que el precio de los becerros, de entre seis y siete meses, osciló entre los 330 y los 403 euros. En porcino, los lechones, con amplia demanda, se comercializaron entre los 42 y los 75 euros, y los cebados, entre 1,20 y 1,38 euros el kilo vivo. Como todos los años también se vieron ejemplares de percherones. Un vecino de Moeche pedía por el suyo 2.253,7 euros. Los otros protagonistas de las jornada fueron los productos del país y los cereales. La abundante oferta de castañas en todos los puestos contrastó con el precio: entre un euro y un euro y cinco céntimos se vendió el kilo; el de nueces, entre dos y tres euros, y el litro de miel, a cinco. A cualquier visitante le fue fácil adquirir ristras de ajos a un precio que oscilaba entre los tres y los cinco euros. En cuanto al cereal, las semillas de centeno se vendieron a veintiocho euros la fanega, el mismo precio que el de trigo para el consumo. Más cara se ofrecía la simiente de este cereal, a unos 34 euros la fanega. Menos público Los puestos de ropa y calzado fueron más numerosos que en anteriores ocasiones, a pesar de no ser una de las celebraciones más concurridas. El mal tiempo y la coincidencia con la Feira de Santos de Monterroso fueron factores decisivos. En Gontán, como ya es tradición, es fácil encontrar puestos singulares, como el de una señora que vendía madreñas , entre nueve y doce euros, y zuecos, a siete, despertó gran curiosidad. A pesar de que las transacciones comenzaron a primera hora de la mañana, a media tarde numeroso público continuaba en la localidad. Muchos de ellos optaron por comer pulpo en los negocios instalados para la ocasión. Otros, prefirieron quedarse a la fiesta programada para la noche. La gran afluencia de público obligó a dotar de un dispositivo de tráfico en la N-634, a su paso por Gontán, para regular la circulación, controlar los aparcamientos y cortar el tráfico rodado hacia el centro del pueblo.