Reportaje | Legado artístico monfortino La problemática pinacoteca del Colegio del Cardenal guarda dos obras de El Greco y cinco excelentes réplicas de Andrea del Sarto que confundieron a numerosos expertos
03 ago 2004 . Actualizado a las 07:00 h.?l deterioro que padece la pinacoteca del Colegio del Cardenal ha puesto de nuevo de actualidad el valor de la pequeña pero importante colección artística guardada en este edificio, cuya existencia y cuya historia siguen siendo muy poco conocidas fuera de Monforte, donde se custodian desde hace cuatro siglos. La pinacoteca está formada principalmente por dos lienzos de El Greco y cinco óleos pintados sobre tablas de nogal que durante mucho tiempo fueron atribuidos al gran pintor renacentista italiano Andrea del Sarto. Las siete pinturas formaban parte de la herencia que el cardenal Rodrigo de Castro legó al colegio monfortino fundado por él y se conservan en este edificio desde comienzos del siglo XVII. Hasta que fue habilitada la pinacoteca, a finales de la década del setenta, las obras estuvieron expuestas en la iglesia del colegio. Si bien la autoría de los cuadros de El Greco -un San Lorenzo y un San Francisco - parece que nunca despertó dudas, no ocurrió lo mismo con las otras cinco pinturas, que representan a san Pedro, san Juan Bautista, santa Inés, santa Catalina y santa Margarita. Su valor pasó inadvertido hasta 1943, año en que el historiador y crítico pontevedrés Francisco Javier Sánchez Cantón las identificó, erróneamente, como obras de Andrea del Sarto. Su opinión fue seguida por numerosos expertos. No obstante, algunos de los mayores especialistas en este artista, como el británico John Shearman, siempre las consideraron como copias muy logradas. Los análisis efectuados hace pocos años, cuando los cuadros fueron sometidos a una intensa restauración, demostraron que Andrea del Sarto no fue su autor. Los originales de los que se sacaron estas copias, pintados por Andrea del Sarto hacia 1524, se guardaron primeramente en una iglesia de Pisa, destruida en 1618. Desde entonces se conservan en la catedral de esta misma ciudad italiana. Sánchez Cantón sostuvo que fue el propio Del Sarto quien realizó las réplicas de estos cuadros, pero hoy ya nadie discute que el autor de las copias fue un artista desconocido, muy bien dotado, y que las hizo en la segunda mitad del siglo XVI. No se sabe si Rodrigo de Castro adquirió las copias ya hechas o si fue él mismo quien ordenó realizarlas. Esta última posibilidad es defendida por el historiador Gutiérrez de Ceballos, quien opina que el cardenal encargó las réplicas por sugerencia del pintor cordobés Pablo de Céspedes. En cualquier caso, aunque no se trate de obras originales, el valor de estas pinturas esta fuera de toda duda. Muchos expertos señalan su autor demostró tanta calidad técnica como el propio Andrea del Sarto. «Son unas pinturas que merecerían estar en el Prado o en cualquier otro gran museo», opina César Carnero, presidente de la asociación Amigos do Patrimonio de Lemos.