La historiadora Rosa Vázquez cree que el escultor recibió su primera formación de su familia Un entallador de igual nombre que el artista barroco fue contratado por el convento en 1568
09 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.?l retablo de la iglesia del convento sarriano de La Merced podría ser obra del padre del célebre escultor barroco Gregorio Fernández. Tal es la opinión de la historiadora sarriana Rosa Vázquez Santos, quien ha escrito sobre esta cuestión en su libro Arte, culto e iconografía del Camino Francés en la provincia de Lugo y en un artículo que fue publicado hace algún tiempo en una revista especializada de la Universidad de Valladolid. El hallazgo tendría una notable importancia histórica, ya que hasta ahora no se sabía nada sobre los orígenes familiares del gran artista sarriano. «Esto explicaría muchas cosas, porque significaría que Gregorio Fernández tuvo una formación artística en su entorno familiar antes de marchar a Valladolid, donde desarrolló su actividad», dice Rosa Vázquez. Aunque insiste en puntualizar que de momento sólo es una tesis, la historiadora piensa que sus suposiciones tienen una base muy plausible. El Archivo Histórico Nacional de Madrid encontró un libro del siglo XVIII en el que se recogieron documentos procedentes del antiguo convento sarriano de San Agustín, el predecesor del actual convento mercedario. En este libro se menciona un contrato -aunque no reproduce el texto original del mismo- firmado en el año 1568 con un entallador llamado Gregorio Fernández para construir el retablo que hoy se guarda en la iglesia conventual y una sillería de coro, hoy desaparecida. Los honorarios por este trabajo ascendieron a 370 ducados, además de la posada y la manutención de Gregorio Fernández y sus colaboradores mientras llevasen a cabo la lanora. Rosa Vázquez dice que este pago indica que se trataba de una figura muy bien considerada.El nombre de este personaje aparece en otros documentos de la misma época, procedentes de diversas iglesias de la zona, el último de los cuales data de 1583 Rosa Vázquez supone que este Gregorio Fernández fue el padre del artista homónimo nacido en 1576. «Seguramente era un artista itinerante que vino a Sarria para cumplir diversos encargos y que se quedase a vivir aquí, al menos durante unos años. En ese periodo nacería el Gregorio Fernández que conocemos y que hoy en día todo el mundo reconoce como natural de Sarria», apunta. Por otra parte, en otro documento de la época, también relacionado con una iglesia local, figura un pintor llamado Benito Fernández. La historiadora cree que pudo ser pariente del anterior y quizá integrante del mismo taller que elaboró el retablo. «En esa época, como en otras, era muy habitual que familias enteras se dedicasen a esta clase de oficios», comenta. La historiadora añade que un entallador llamado Gregorio Fernández -posiblemente el mismo que fue vecino de Sarria- aparece mencionado en otro documento fechado en Noia en 1562. Este dato ya fue publicado en 1980 por el historiador Martín González, quien también apuntó la posibilidad de que ese personaje fuese el padre del famoso artista barroco.