
La clásica «aguillada» queda desterrada por imposición europea Vacas y toros no podrán ser atados por los cuernos cuando se carguen en los camiones
09 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.La normativa europea sobre transporte de animales ha obligado a los tratantes de ganado, que desde hace algún tiempo cambiaron su denominación por la de operadores comerciales, y a los transportistas a volver a clase para aprender cómo tienen que actuar en el manejo de reses y a que se exponen si incumplen lo estipulado. Antes del 5 de enero del 2008, si quieren seguir en esa actividad tendrán que acudir a un curso de 20 horas en el que una abogada y un veterinario clínico les explicarán que deben de desterrar para siempre prácticas como usar las varas con un pincho en un extremo, las aguilladas de toda la vida, para azuzar y hacer subir a los animales a los camiones, algo que está penado; deberán saber que con los pastores eléctricos sólo podrán dar una descarga de un segundo sobre el animal y no utilizarlo cuando y como crean conveniente. También los informan de que está prohibido atar a vacas y toros por los cuernos y que ahora se sustituyen estas prácticas por las cabezadas, cuerdas atadas a la cabeza, eso sí, que permitan a la res movimientos como levantarse o acostarse. A partir de ahora tampoco está autorizado anillar a los toros, sistema para controlar a estos animales que fue transmitido de generación en generación. Asociación pionera Las normas europeas están ahí y los tratantes y conductores acuden a clases, por las que imparte la Asociación de Empresarios de Gando, que preside Enrique Otero, la primera en conseguir acreditación para impartir esta docencia, pasaron ya 200 lucenses. Los profesionales del sector comprobaron que la legislación no es sólo papel, sino que están exigiendo su cumplimiento ya. En mercados como el de Amio, en Santiago o el de Silleda además de a los veterinarios, que son los fedatarios de que se acata lo estipulado, también azuza un grupo ecologista, Angels, que ya formuló denuncias contra cuatro mataderos gallegos por maltrato de animales. Alguno de sus miembros es bastante conocido entre el colectivo de tratantes por las incursiones que realiza en los mercados para localizar reses que supuestamente no se encuentran en condiciones para viajar ni para estar en una feria. En alguna ocasión los ecologistas acudieron acompañados de cámaras de televisión al mercado para exhibir imágenes de animales, que según aseguran, son excepciones. Grupos ecologistas al margen, lo cierto es que las exigencias normativas están ahí y acompañándolas las sanciones que, según la abogada de la asociación de tratantes, Marisol López Núñez, aumentaron considerablemente y ahora la leve es de 600 euros, la grave de 3.000 y la muy grave de 60.000.