Los altos de A Xesta y O Cruceiro son puntos negros

La Voz

LEMOS

01 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El alto de O Cruceiro, entre Viveiro y Xove, continúa a la cabeza de puntos negros en las carreteras de la provincia, con nueve accidentes con víctimas el pasado año. En la web de la DGT también aparecen otros en la N-VI, N-540 y N-634. Preguntado el jefe provincial de Tráfico, Julio González, sobre la evolución de los mismos, sobre los 500 metros de subida a O Cruceiro en la LU-862, señala que muy posiblemente seguirán como punto negro, pues allí, en cuanto caen cuatro gotas y los automovilistas no levantan el pie del acelerador, hay accidentes.

En cambio, la N-VI en los kilómetros 502,6 (en la salida de la avenida de As Américas) y 504, 8 (un poco más arriba, en la fuente, junto a la carretera), la situación parece haber mejorado, tras varios accidentes el pasado año. No obstante, González califica como muy peligroso ese tramo de la nacional en la que confluyen salidas casi a 90 grados y en pendiente, caso de la salida desde Abella, donde a menudo los conductores se la juegan.

Los siete accidentes de la N-540 en 2006 tienen difícil solución, hasta que no entre en servicio la autovía Lugo-Ourense. Pese a las limitaciones de velocidad, las curvas cercanas a Taboada (kilómetro 34,7) siguen siendo peligrosas, sobre todo con lluvia. Y en el ratonero trazado de Guntín (kilómetro 19), el problema sigue como antaño.

La entrada en servicio de la A-8 debería hacer olvidar el siniestro historial de la N-634. Las curvas de la Maradona fueron punto negro el pasado año (cinco accidentes con víctimas en 300 metros del kilómetro 575) y el alto de A Xesta a continuar como punto negro. No será la misma curva, sino la siguiente, en el kilómetro 596. Con un poco de lluvia y altas velocidades de subida, la siniestralidad es segura. Estos días el tráfico también se vio afectado por los típicos bancos de niebla. Aunque Fomento cambió el firme y ahora tiene pintura reciente.

En la N-120

Sobre el punto negro de la N-120 en Monforte, en la incorporación a la carretera de Castro Caldelas, la obra del paso elevado finalizó y parece solucionado. Como también la elevada siniestralidad de la bajada a San Fiz, en Chantada. Antes se despeñaban vehículos. Parapetos, repintado con eliminación de un carril, y mejora del firme aplacaron el problema.