El arqueólogo y erudito taboadés Jaime Delgado Gómez profundiza en la historia antigua de su municipio natal en su obra más reciente
27 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Bien conocido por sus investigaciones sobre el románico lucense o el conjunto paleocristiano de Temes, en Carballedo, el historiador y arqueólogo taboadés Jaime Delgado Gómez se esfuerza actualmente por divulgar la historia de su tierra natal. En el 2006 publicó un estudio sobre los complejos orígenes del nombre del municipio y ahora acaba de editar una obra en la que aborda otros aspectos del pasado local. En el libro La Taboada precristiana y el inicio aproximado de la cristianización de cada parroquia traza un panorama de la evolución de estas tierras desde la época prerromana hasta bien entrada la Edad Media que puede ayudar a comprender mejor la historia de otros territorios lucenses.
Una buena parte del estudio está dedicada a reconstruir la difusión del cristianismo en el territorio taboadés. Delgado opina que un factor básico en este proceso fueron las pequeñas comunidades monásticas o eremitorios que, según diversos indicios, se fundaron en esta zona -y en el resto de la Ribeira Sacra- en los primeros siglos de la Edad Media. A su parecer, algunos de estos eremitorios pudieron situarse en las actuales parroquias de Cicillón, Insua y Meixonfrío, según se deduce de ciertas huellas que quedan en la pequeña toponimia local. La religión cristiana se habría propagado desde esos cenobios primitivos, que con el tiempo serían sustituidos por monasterios cada vez más importantes.
El autor del estudio señala nueve antiguos monasterios que, según sus investigaciones, debieron de fundarse en el territorio del municipio entre los siglos VI y X. Estas comunidades estarían en los lugares de Santa María y San Salvador de Piñeira, Santa María de Xián, San Pedro de Esperante, San Salvador y Santa María de Insua, Taboada dos Freires, Arxiz y San Vicente de Mourulle. La huella de estos monasterios -algunos de los cuales ya son mencionadas en el célebre testamento del obispo Odoario, datado en el año 747- puede encontrarse, indica Delgado, en diversos documentos, en la toponimia y en la tradición oral y en un buen número restos arqueológicos.
Iglesias antiguas
De una edad similar pueden ser, según su criterio, cinco iglesias ubicadas en Santa María de Castelo, Santa María de Moreda, San Mamede de Tomade, Santa Eulalia de Vilar de Cabalos y San Xián do Campo, citadas en el testamento de Odoario. Entre los testimonios que acreditan la antigüedad de estas iglesias, señala la existencia de varios sartegos o sepulcros rupestres en Castelo, Moreda y San Xián do Campo. En torno a estos y otros núcleos monacales y eclesiásticos, que en unos casos desaparecieron y en otros fueron reemplazados por iglesias románicas, se formaron las parroquias que acabarían por integrar el actual municipio.