El arqueólogo, escritor y profesor taboadés Jaime Delgado Gómez recibió ayer el homenaje de sus paisanos, sus amigos y compañeros por toda una vida dedicada al estudio, la investigación y, sobre todo, la defensa del patrimonio de la Iglesia. Más de 200 personas se reunieron en la parroquia taboadesa de Castelo, lugar donde nació hace 75 años, para participar tanto en la misa solemne en su honor como en la comida que luego se celebró en el campo de la feria de la aldea. Toda la organización recayó sobre la asociación cultural As Fachas, Lugo Patrimonio y el Ayuntamiento de Taboada.
A los actos no faltaron personajes de la vida cultural, eclesiástica y política de la provincia. El obispo Carrasco Rouco, la delegada de Vicepresidencia de la Xunta Blanca Rodríguez Pazos, Lois Diéguez, presidente de la asociación Lugo Patrimonio, el escritor Carlos Vázquez, perteneciente a la asociación Amigos do Mosteiro de Ferreira de Pallares de Guntín y el alcalde taboadés Ramos Ledo, entre otros.
El banquete se convirtió en una algarabía, todos los comensales comentando su relación con el erudito taboadés, los que trabajaron con él o aún lo hacen en sus diversas investigaciones, los que oficiaron más de una misa a su lado, y sus vecinos, con los que Delgado Gómez comparte raíces.
Y después de la comida llegó el momento de los discursos. Carrasco Rouco hizo hincapié en la dedicación del sacerdote taboadés a la Iglesia y a las necesidades de sus feligreses, además de la importancia de su trabajo como estudioso del patrimonio eclesiástico. El discurso de Diéguez también hizo referencia a la vida de Delgado Gómez como investigador, ya que ambos compartieron y comparten inquietudes. Para finalizar, el propio arqueólogo y escritor tomo la palabra cerrando el acto y agradeciendo a todos su presencia en Castelo.
Defensor del patrimonio
El papel de Delgado Gómez, delegado diocesano de Patrimonio, en los constantes conflictos entre museos y parroquias por la custodia de obras de arte ha sido fundamental para que las iglesias no hayan perdido gran parte de sus reliquias.
En más de una ocasión se ha postulado en contra de los que abogan por llevarse a los museos el patrimonio eclesiástico, alegando que es en los templos donde deben estar para el dar servicio que les corresponde. El sacerdote taboadés criticó también las desapariciones y saqueos que a lo largo de los años han mermado el patrimonio de iglesias y conventos. Para Delgado Gómez la causa ha sido más por culpa de la ignorancia más que por maldad.