La ARMH prevé excavar este fin de semana una fosa común junto a la iglesia de la aldea quiroguesa
02 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) espera poder iniciar mañana en la aldea quiroguesa de Cereixido la primera exhumación de víctimas de la Guerra Civil que se lleva a cabo en el sur lucense desde que en agosto del 2005 se recuperaron en el cementerio de Cortapezas, en Portomarín, los restos mortales de Severino Rivas, antiguo alcalde de Castro de Rei asesinado en 1936. Para empezar la excavación en los terrenos de la iglesia de Cereixido sólo falta el permiso por escrito del Obispado de Lugo, que, según Santiago Macías, vicepresidente de la ARMH, «ya confirmó por teléfono que no habrá ningún problema».
La exhumación se realizará en un camino o pasillo que bordea la iglesia por la izquierda par dar acceso a los nichos situados detrás del templo. En el subsuelo de esa zona, un examen realizado recientemente con un aparato de georradar detectó la existencia de una fosa de gran tamaño. La ubicación, indica Macías, es característica de muchos enterramientos de víctimas de la persecución política de aquellos años. «Era bastante común que los enterrasen en un lugar de paso, como una especie de escarnio público, para que después la gente caminase por encima de las sepulturas», explica.
Familiares
En la operación estarán presentes familiares de algunas de las víctimas que presuntamente están enterradas en este lugar. De acuerdo con las informaciones reunidas por la ARMH, en la fosa localizada junto a la iglesia deben encontrarse los restos de entre diez y doce personas, oriundas en su mayor parte de la comarca de Valdeorras, que buscaron refugio en Cereixido y murieron asesinadas en octubre de 1936 por un grupo de falangistas armados. Las labores de exhumación durarán al menos dos o tres días, según estima Santiago Macías. «El tiempo que se vaya a tardar en hacer en la excavación depende de varios factores, como el número de cuerpos o la posición en que estén enterrados», señala.
Los trabajos de exhumación de la fosa común, puntualizan desde la asociación que la llevará a cabo, no afectarán para nada a las demás sepulturas existentes en el cementerio. Según explica Macías, «tenemos la fosa perfectamente delimitada y está bien separada de los demás enterramientos. No vamos a cavar a lo loco, sino que actuaremos en una zona bien determinada, así que nadie debe preocuparse de que vayamos a dañar alguna sepultura», añade.