Una familia de gran tradición en el sector que intenta esquivar la crisis con nuevas inversiones
LEMOS
El grupo Martínez, que regentan ahora los tres hijos de Francisco Martínez Cortiñas, en su apuesta por Lugo y por la modernización del comercio, pese a la crisis a la que no son ajenos, acaba de realizar una importante inversión en su establecimiento Bringuelo, de la calle San Fernando.
El comercio, reformado, fue inaugurado el sábado pasado. Los hermanos Martínez-Pérez Batallón no quisieron desaprovechar la oportunidad que les brindaba el día del padre para retornar a su cita con los lucenses. Francisco Martínez reconoció que habían sido unas jornadas de ventas interesantes. Al establecimiento, regido por la cuarta generación, aún le quedan algunos detalles por completar, como el cartel.
En el rediseño del establecimiento, dedicado a la venta de prendas masculinas, entre ellas Ralph Lauren y Tommy Hilfiger, firmas con las que llevaron a acuerdos hace años para la distribución de sus creaciones en sus establecimientos de Lugo.
El gerente del grupo, Francisco Martínez, explicó que aunque no son los mejores momentos para el sector en el que su familia lleva desde el año 1928, aplicaron la filosofía comercial que siempre movió a su padre, ir por delante en la modernización de las tiendas. También era experto en llegar a acuerdos con las grandes marcas para la distribución de sus prendas en Lugo. Entre otras llevan Adolfo Domínguez.
Una de las primeras inversiones realizadas en esta nueva fase fue la de la tienda de artículos religiosos, en la que fueron pioneros en Lugo. El grupo lucense abrió recientemente una tienda en Oporto, en Portugal, para la venta de todo tipo de prendas y piezas relacionadas con el culto.
Martínez Cortiñas fue pionero en la distribución de lampadarios electrónicos, artículo que constituyó una revolución en su tiempo. La firma fue de las primeras en incorporar las ventas a través de Internet y para su página existe un acceso directo desde la oficial de El Vaticano.
Martínez Pérez-Batallón apuntó que la renovación de las tiendas no concluye con la reforma de Bringuelo, sino que después del verano tienen previsto acometer obras en Hipertextil, otra línea de negocio especializada en la ropa de trabajo, con especial dedicación a la hostelería. El grupo lucense, que también es el propietario del Pazo de la Maza, además de su veteranía y presencia en el sector del comercio, cuenta con una gran ventaja en estos momentos y es que las tiendas están implantadas en locales propios, con lo que no sufren la presión de los alquileres.